Decía el colega y sacerdote Alberto Cuevas en el transcurso de los comentarios que hizo en TVG sobre la procesión del Cristo del primer domingo de agosto reciente, que Vigo es conocido fuera de Galicia por las tres "C": el Cristo, el Celta y Citroën. Sus razones tiene el amigo Alberto Cuevas con tal afirmación por lo mucho que representan para nuestra ciudad y para Galicia.

Manuel de Castro "Hándicap", periodista deportivo de FARO durante los años veinte y posteriores del pasado siglo, fue el principal artifice de la fusión del Vigo y el Fortuna a través de las páginas del rotativo hoy más antiguo de España con esta frase muy significativa: "Todo por y para Vigo".

En este 90 aniversario del Real Club Celta, hoy por hoy el club más querido de Galicia, con adeptos en numerosas regiones de España y fuera de nuestras fronteras, me voy a centrar solamente en sus orígenes y en su primera temporada oficial, pues todo lo que aconteció posteriormente y con todo lujo de detalles (anécdotas, resultados, clasificaciones, alegrías y adversidades de todo tipo), está reflejado en la reciente edición de "Historia del Celta, 90 años de pasión por Vigo", que el diario al que pertenecí durante 48 años ofreció y puso a la venta recientemente en cuatro tomos de los que me siento orgulloso de ser su autor.

Tras este breve prólogo, tengo que decir que el fútbol empezó a practicarse en Vigo en 1905, merced a un grupo de estudiantes y empleados de El Cable Inglés y de las escuadras británicas que atracaban en nuestra ria. En poco tiempo fue creciendo la afición al balompié y se crearon dos clubes: el Vigo Sporting y el Fortuna.

Dos equipos de gran poderío futbolístico que a lo largo de su existencia -hasta 1923- se repartieron los títulos de campeones gallegos.

El Fortuna fue campeón gallego en los años 1906, 1907, 1910, 1911, 1912, 1915, 1918, 1921 y 1922, mientras que el Vigo los ganó en 1908, 1909, 1914, 1919, 1920 y 1923.

El Vigo y el Fortuna, a los que el rey Alfonso XIII ya les había concedido el título de Real, se enfrentaron por última vez en campeonato regional meses antes de la fusión, concretamente el 11 de marzo de 1923, teniendo como escenario el campo de Coia, también conocido como el de Bouzas. Y estas fueron sus últimas alineaciones:

Real Vigo Sporting: Isidro; Otero, Pérez; Queralt, Hermida, Cosme; Gerardo, Ramón, Chiarroni, Tito y Pinilla.

Real Fortuna: Lilo; Juanito, Pasarín; Balbino, Torres, Córdoba; Reigosa, Rodríguez, Chicha, Correa y Salvador.

El triunfo fue para el Vigo, que venció con un gol de Ramón.

Aún cuando la idea de la fusión surgió en 1915, el proyecto no comenzó a tomar visos de realidad hasta marzo de 1923, con una campaña a través de FARO DE VIGO y bajo la firma de Manolo de Castro "Hándicap" , bajo el lema "Todo por Vigo y para Vigo".

Escribió entonces Hándicap: "El momento y las circunstancias parecen ser las más propicias para una fusión del Vigo y el Fortuna. La unión de los dos clubes habrá de traernos un gran campo de foot-ball -ese sueño se hizo realidad en diciembre de 1928, con la inauguración de Balaídos- capaz de llenar nuestras necesidades, ya sentidas hace años, y con ello la visita del mayor número de equipos nacionales y mejorando la forma de nuestro equipo. El ambiente deportivo parece completamente favorable, y las circunstancias son, por otra parte, especiales y exigen la fusión. Es necesaria la fusión que, dicho sea de paso, creemos lo es, venga en buena hora la unión de los clubes Vigo y Fortuna y desaparezcan éstos para que surja uno grande, potente, digno de nuestro rango deportivo, después de que se tengan las seguridades de que un grupo de personas o equis número de acciones nos ofrezcan con toda clase de garantías eso que tanto se deja sentir en Vigo y en Galicia. Con ese gran campo y el gran equipo que se formase, apoyado por todo lo que vale y significa algo en el deporte local, ya podríamos traer como Barcelona, Bilbao y Madrid cuantos equipos extranjeros viniesen a nuestro país".

Manuel de Castro finalizaba así su artículo: "Y con esto entraríamos en un foot-ball más serio, más grande, cual nos corresponde, y no lanzarnos por el camino de quedar en un plano inferior a otras regiones que no marchan progresivamente, mientras nosotros no estamos exactamente igual que hace veinte años en los procedimientos. Son, pues, de gran trascendencia las juntas generales del Vigo y el Fortuna, que deberán decidir si debemos o no evolucionar".

A mediados de mayo, y mientras el Vigo y el Fortuna se encontraban jugando partidos amistosos fuera de Galicia se produjo una reunión en el domicilio de un gran aficionado, llamado Bustelo, a la que asistieron progresistas de la ciudad: Pepe Bar, alma mater del Fortuna; Ventura Lago, presidente del Vigo; el crítico deportivo Miguel Bezares y Basilio Poncet, entre otros. En esa reunión, que se convocó en secreto, se trató de la referida fusión. De lo tratado en la misma sería informado horas después el presidente de la Federación Gallega -entonces con sede en Vigo y con Basilio Poncet al frente- que se mostró muy interesado por el proyecto de fusión.

Tanto es así, que la Federación Gallega, en su asamblea del 15 de junio del ya reseñado año 1923, acordaba por unanimidad nombrar a Manuel de Castro "Hándicap" para que representase a Galicia en la reunión del máximo organismo del fútbol español con la misión especial de presentar de forma oficial la solicitud de fusión entre el Real Vigo Sporting y el Real Fortuna. Manuel de Castro, de forma acertada hizo una exposición del proyecto de fusión ante la asamblea de la Federación Española el 22 de junio en Madrid, solicitud que fue aceptada por unanimidad, exigiéndose un plazo hasta el 31 de agosto para hacer todos los trámites pertinentes al objeto de concretar la tan ansiada unión de ambos clubes.

El 12 de julio celebraron sendas asambleas generales el Vigo y el Fortuna, que tuvieron lugar en el Cine Odeón y en el Hotel Moderno, respectivamente. Se desconoce el número de socios asistentes, pero sí se sabe que solamente hubo nueve votos en contra entre los simpatizantes del Vigo y uno entre los del Fortuna. Dos comisiones fueron designadas para estudiar la liquidación del activo y pasivo de ambos clubes y preparar todos los trámites y requisitos jurídicos establecidos por la Federación Española de Fútbol para cerrar y concretar la fusión.

La comisión por parte del Real Vigo Sporting estuvo integrada por Ventura Lago, Manuel Núñez, Fernando de Castro y Juan Baliño -éste llevó todo lo concerniente a los trámites jurídicos- stuvo encabezada por Ventura Lago, al que acompañaron los señores Bar, Mallo, Fernando de Castro, Baliño Ledo, Montenegro, Vallejo, Casas, Teijeiro, Coo, Escalera y De Miguel.

El secretario de la mesa, Juan Baliño fue el encargado en la asamblea convocada para el 10 de agosto en de dar lectura al proyecto de los estatutos conforme a la legislación vigente de la época proyecto que fue discutido en algunas de sus cláusulas y, por tanto, objeto de varias enmiendas. Al final hubo consenso de todos los asambleístas. Otro de los temas que se trataron en la referida asamblea fueron los colores de la nueva vestimenta. Pues bien, a este respecto existieron varias versiones, pero lo cierto es que, según afirmaciones de Juan Baliño -artífice junto a Manuel de Castro de la fusión- en 1997 a este periodista, desde el primer momento se dispuso que el Celta vistiese con los colores de la bandera gallega "porque Vigo era ya por aquellas fechas la capital deportiva de Galicia", justificó Baliño Ledo.

Sin embargo, en sus primeros partidos el equipo sólo dispuso de camiseta roja y pantalón blanco y en algunas ocasiones negro, equipajes heredados de sus antecesores. El presupuesto, por entonces, no daba para más. Y también se eligió el nombre entre las propuestas presentadas: Club Galicia, Real Atlético FC, Real Club Olímpico, Breogán y Real Club Celta. Los que más gustaron fueron los dos últimos y entre ellos, acabó por impornerse el de Celta.

Así se llegó el día tan esperado por los aficionados al fútbol de Vigo en particular y de Galicia en general. Fue el 23 de agosto de este año 1923, a las diez de la noche, y en la sede de la Federación Gremial de Patrones, cuando realmente se materializó la fusión con las firmas en los diferentes documentos, incluidos los estatutos que dieron paso al nuevo Celta, remitiéndose las correspondientes escrituras al Gobernador al objeto de complementarlos oficialmente. Un fuerte aplauso de los asistentes rubricó tan brillante acto, tras el cual se dio lectura a la composición de la primera junta directiva del recién nacido Celta, única candidatura presentada. Directiva que quedó formada por:

Presidente: Manuel Bárcena de Andrés, conde de Torre Cedeira.

Vicepresidentes: Manuel R. Cadaval y Manuel Otero Bárcena.

Directores: Alejandro Molins, Guillermo de Oya y Rafael Tapias.

Secretario: Gaspar Barreras.

Vicesecretario: Josefino López Valeiras.

Tesorero: José Lago.

Contador: Manuel Núñez.

Vocales: Francisco Curbera Tapias, Julio Curbera, José Bar, Joaquín de Miguel, Fernando de Castro y Ventura Lago.

Una de las primeras gestiones de la directiva fue, poco días después de ser proclamada, solicitar a la Casa Real la autorización del rey Alfonso XIII el título de "Real" al considerarse que debía heredar el Celta de sus antecesores. Autorización que fue aceptada. Igualmente se hizo público el reconocimiento del club hacia Manuel de Castro "Hándicap", Pepe Bar y Juan Baliño Ledo, por su excelente labor e intenso trabajo en los trámites exigidos para llevar a efecto la fusión.

En cuanto a la plantilla de jugadores, la misma quedó integrada por los componentes del Vigo y Fortuna -en total 64 jugadores- formándose dos grupos que fueron calificados como Equipo A y Equipo B. Para el primero, considerado como el más prometedor, se eligieron a aquellos futbolistas más destacados a lo largo de los dos últimos años:

-Poteros: Isidro, Rubido y Lilo.

-Defensas: Juanito Clemente, Pasarín, Otero, Kaito y Daniel.

Medios: Hermida, Pombo, Córdoba, Máximo, Cruces, Bienvenido, Jacobo Torres, Balbino y Queralt.

Delanteros: Gerardito, Ramón González, Polo, Correa, Reigosa, Chiarroni, Pinilla, Chicha, Salvador, Casal, Caride, Miguelito y Posada.

El "nacimiento" del nuevo club en Vigo trajo consigo infinidad de felicitaciones de varios puntos de España y también invitaciones para jugar partidos. Invitaciones procedentes del Barcelona, Athletic de Bilbao, Valencia, Sevilla, Madrid, Gijón, Oviedo y varios portugueses.

Sin embargo no todo fue color de rosas en los comienzos del Celta, pues días antes del comienzo del Campeonato de Galicia cuatro jugadores desertaron, según se dijo, como consecuencia de ciertas maniobras del Coruña. Estos futbolistas fueron Ramón González, Chiarroni, Otero e Isidro. El problema provocó un pleito a nivel de estamentos deportivos, del que se hizo eco toda la prensa nacional. La Federación Gallega intervino con dureza exigiendo a la directiva del club coruñés no seguir adelante con el fichaje de los citados. El Deportivo rechazó la acusación de haber sobornado a Ramón González, Chiarroni, Otero e Isidro, añadiendo que "nada podemos hacer al respecto, ya que los referidos futbolistas se habían inscripto en el Deportivo expontánea y voluntariamente.

Ante esta postura, la Federación Gallega acordó inhabilitar al Deportivo y su campo de modo absoluto por toda la temporada, romper todas las relaciones e inhabilitar a los cuatro protagonistas, quienes recurrieron a la Fedeación Española solicitando la autorización para fichar por otros equipos que no fuesen ni el Deportivo ni el Celta. Solicitud que fue denegada, quedando inhabilitados Chiarroni, Ramón González y Otero, en tanto que Isidro reconsideró su actitud retornando al Celta. Los otros tres quedaron inhabilitados y el Deportivo descalificado por una temporada.

En medio de todo este "affaire", la directiva gestionó la contratación de un entrenador para dirigir al equipo, preferentemente un extranjero, recayendo el cargo en el inglés Frank Cuggy, que por cierto llegó a alinearse de centrocampista en un partido entre el Celta y un equipo formado por marineros de una escuadra de barcos de guerra, atracada en nuestra ría.

Pero sería el Boavista de Portugal el primer rival serio que tuvo el Celta en Coia y en partido amistoso. El partido no tuvo color, siendo ganado por el equipo vigués por 8-2. Días más tarde, también caía en Vigo y por dos ocasiones consecutivas el campeón de Polonia, de gira por Portugal y España. Pese a la potencia del adversario, el Celta se impuso 3-0, con una gran actuación del centrocampista Jacobo Torres. Victoria que se repitió (3-1) en el segundo partido.

Y mientras tanto, el número de socios se fue incrementado llegándose a casi los dos mil a pocos días antes de ponerse en marcha el Campeonato de Galicia, que sólo contó con cuatro equipos: Celta, Eiriña de Pontevedra, Racing de Ferrol y Unión Sporting, dado que el Deportivo estaba descalificado. Después de varios partidos amistosos en diversas capitales de España, el primer encuentro oficial se disputó en el campo de Barreiro frente al Unión Sporting, partido que se desarrolló con una clara superioridad celeste que se impuso por cinco goles a cero. La liguilla se disputó sin fechas concretas, y a doble vuelta, si bien el segundo partido se jugaría pocos días después, contra el mismo rival, que finalizó con una nueva goleada favorable al Celta. Muy escasa fue la información que he podido conseguir de ambos encuentros, solo pequeñas reseñas y sin alineaciones. Sólo los goleadores de este segundo partido, cuyos autores fueron Polo, Correa (2), Reigosa y Posada (3).

La tercera jornada llevó al Celta hasta Ferrol para enfrentarse al Racing, a últimos de octubre. Triunfo vigués por 2-3, y con esta alineación: Isidro, Juanito, Pasarín, Queralt, Torres, Bienvenido, Reigosa, Gerardito, Correa, Polo y Pinilla.