Varios son los frentes abiertos que tendrá Luis Enrique en los diez días que restan para que comience la temporada de manera oficial. Uno de los más importantes es sin ninguna duda el sistema que va a emplear, dudando entre el 4-3-3 y el 5-3-2. Fue el segundo el que escogió ayer el asturiano, con la novedad de que lo empleó, a diferencia de en los encuentros anteriores, durante los noventa minutos del encuentro, algo esperado por lo visto durante los entrenamientos de esta semana, en los que se decantó por este dibujo para entrenar la salida de balón desde atrás.

David Soto, Jonathan Vila y Andrés Túñez formaron inicialmente la línea de centrales, flanqueados por Mallo y Bellvís como carrileros. Trata Luis Enrique de acumular gente para dar una salida más aseada de balón desde la portería, algo que no sucedió ayer, mostrándose el equipo algo atascado, especialmente en los laterales, causando un mal control de Bellvís el gol del Sporting de Gijón. La situación poco varió cuando entraron al terreno de juego Gustavo Cabral y Andreu Fontás, que tampoco se sintieron cómodos durante los casi treinta minutos de los que disfrutaron en Vilalba.

En el aspecto ofensivo, tampoco parece sentirse cómodo el Celta por el momento. El vacío de mediocampo hacia arriba, con solo cinco efectivos, provoca que se llegue con poca gente al área contraria y escaseen las ocasiones de gol, un problema que ha venido arrastrando el conjunto vigués durante toda la pretemporada, en la que solo ha sido capaz de hacer un gol, el logrado ante el Coruxo en Melgaço.

El encuentro de ayer en A Magdalena sirvió también para que Luis Enrique continuase con las probaturas de verano, para comprobar la adaptación de sus jugadores a otros puestos. Le tocó el turno ayer a Álex López, que en la primera mitad actuó como pivote defensivo, en la posición que habitualmente suele ocupar Borja Oubiña. El ferrolano tuvo una actuación discreta y le costó encontrar su sitio en el campo, mejorando algo cuando pasó a uno de los interiores tras el descanso.

Además, en la segunda parte se pudo ver por primera vez juntos en el mismo once a los dos delanteros puros con un puesto en estos momentos en la primera plantilla, Charles y David Rodríguez, que actuó tirado a la banda. El resultado tampoco fue satisfactorio, ya que el conjunto olívico fue incapaz en los segundos cuarenta y cinco minutos de encontrar alguna oportunidad para batir a Iván Cuéllar.

El sábado, ante el Marítimo, Luis Enrique dispondrá de la última oportunidad para realizar pruebas en lo que se refiere a amistosos. Después, tendrá que decantarse ya por uno para el inicio de Liga ante el Espanyol, una decisión imposible de descifrar en estos momentos. Por ahora, la prueba del 5-3-2 no termina de cuajar, deja más sombras que luces.