El triatleta Javier Gómez Noya, doble campeón del mundo, tres veces campeón de Europa y medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, reaparecerá el próximo 6 de julio en Kitzbühel.

El gallego renunció a revalidar el título de campeón de Europa para preparar la prueba de las Series Mundiales que se disputará en los Alpes austríacos, en la que se reencontrará con los hermanos Jonathan y Alistair Brownlee.

Será la primera prueba de las Series Mundiales en la que volverán a retarse los tres medallistas olímpicos de Londres, Alistair (oro), Gómez Noya (plata) y Jonathan (bronce).

La prueba de Kitzbühel será completamente diferente a lo que se ha visto en los últimos años. Su formato cambia a distancia Sprint: 750 metros de natación, 11 kilómetros en bicicleta -con 7 de ascenso con más del 10% de desnivel- y 2'5 a pie, por caminos también en ascenso, acabando a 1700 metros de altura.

Una exigencia mayúscula que Gómez Noya, líder del ránking mundial (2.744 puntos) seguido del portugués Joao Silva (2.055) y del mallorquín Mario Mola (1.959), ha preparado en la estación de esquí de Cabeza de Manzaneda, en Ourense. El gallego viaja hoy, miércoles, a Austria, donde este fin de semana se disputa la prueba.

Hace seis años realizó una concentración de altura en Sierra Nevada. Esta vez se fue a Cabeza de Manzaneda. ¿Por qué decidió cambiar?

Primero porque estuve más cerca de casa, a solo dos horas en coche; segundo porque en Manzaneda la altura es un poco más moderada y te permite hacer un entrenamiento de más calidad; tercero porque la altura de Manzaneda es muy similar a la que me voy a encontrar en la prueba de este fin de semana en Austria, donde también correremos a 1.600 metros; y cuarto porque aquí me han dado todas las facilidades en cuanto a uso de instalaciones, alojamiento y todo lo que necesitábamos.

¿Cómo llega a la prueba de Austria?

Creo que bastante bien. He realizado un buen bloque de tres semanas de entrenamiento, con sesiones muy duras, aunque estos últimos días ya han sido más tranquilos para cargar un poco las pilas. Es una prueba atípica porque nunca nos hemos enfrentado a un puerto de estas características, pero creo que llego muy fuerte y con muchas ganas de hacerlo bien.

En Kitzbühel le esperan 16 kilómetros en bicicleta de ascensión con rampas del 22% y una media del 13%. Parece una cronoescalada.

La verdad es que sí. Es un puerto durísimo, del nivel de dureza del Angliru, por poner un ejemplo. A diferencia de otras carreras, en las que la carrera a pie es lo que marca las diferencias, en esta en particular creo que la bici va a ser clave, lo que marque el vencedor al final de la carrera. Por tanto, habrá que estar muy fuerte y subir lo más rápido posible el puerto. La gente se va a vaciar en la subida en bici porque después de coronar solo hay 2,5 kilómetros a pie.

Muchos triatletas han renunciado a competir en el Campeonato de Europa para estar en Kitzbühel.

Es verdad. El Europeo estaba un poco mal colocado en el calendario para preparar bien la carrera de Austria porque era tres semanas antes y en Turquía, lo que supone competir con mucho calor. En mi caso tenía que priorizar entre el Europeo y Austria, y como ahora mismo estoy líder del Mundial, he preferido estar en Kitzbühel para defender ese liderato lo máximo posible. El Europeo también me hacía mucha ilusión ganarlo, pero ese título ya lo he conseguido tres veces y ahora hay que ir a por el Mundial.

¿Su objetivo para este año es el Mundial?

Sí, ganar el Mundial es mi gran objetivo en 2013. Aunque ahora mismo estoy de líder, va a ser muy difícil ganar porque mis rivales, especialmente los Brownlee, me van a poner en muchos problemas hasta el final. Pero bueno, el estar ahí arriba en la clasificación quiere decir que el año ha empezado bien y que estoy siendo bastante regular en todas las pruebas. Quiero llegar a la última prueba del año, en Londres, con opciones de lograr el título.

Jonathan está en un gran momento de forma y se espera la reaparición de Alistair este fin de semana, por lo que volverá a verse las caras con los hermanos Brownlee. ¿Son los rivales a batir?

Seguro, sobre todo porque yo creo que este circuito también les va a ir muy bien. Los dos son muy buenos escaladores y muy fuertes, pero para ganar el Mundial hay que vencer a los mejores.

¿A quién le beneficia un recorrido tan duro, a Gómez Noya o los Brownlee?

Es difícil de saber porque nunca nos hemos enfrentado en un circuito de estas características. A mí personalmente me gusta el circuito. Sé que voy a sufrir muchísimo porque será muy duro, pero me considero bastante buen escalador. Aunque luego pueda aparecer algún otro triatleta, estoy seguro de que los Brownlee también van a estar delante.

Después de su éxito en Londres 2012. ¿En su cabeza están los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro?

Sí, sí, el objetivo a medio-largo plazo son los Juegos Olímpicos. Tenía otras opciones porque podía probar otras distancias en otro tipo de carreras, pero voy apostar al máximo por la cita olímpica. Y si voy a intentar estar en Río al cien por cien es porque me considero capaz de pelear por las medallas.