El obstáculo para la salida de Rafinha del Barcelona ya está sorteado. El canterano azulgrana amplió ayer su vinculación con la entidad azulgrana dos años más, firmando hasta 2016, viendo aumentada su clásula de rescisión hasta los 30 millones de euros. El pequeño de los Alcántara tiene así vía libre para negociar su cesión, ya que el Barça había anunciado que no la autorizaría hasta tener blindada a una de sus promesas más firmes.

Es el momento ahora del Celta. El conjunto vigués está en la 'pole' para hacerse con los servicios del hijo de uno de los mitos del celtismo, Mazinho. Ambas partes no han ocultado nunca el deseo de juntar los caminos al menos durante un año. El presidente Carlos Mouriño admitía en su momento que Rafinha era uno de los jugadores que el Celta tenía en cartera para reforzar al equipo.

En la otra orilla, el interés es mutuo por motivos familiares (la madre y la hermana de Rafinha residen en Vigo) y futbolísticos. La presencia de Luis Enrique, el entrenador que le hizo debutar en Segunda División, es un factor clave. El brasileño, con 20 años, sabe que se ha agotado su ciclo en Segunda División. Visto que en la primera plantilla del Barcelona, los minutos se cotizan muy alto, necesita un equipo en el que disponga de los suficientes minutos para no frenar su progresión y el Celta parece el ideal para ello.

Uno de los mejores avales de Rafinha es su polivalencia y su capacidad para ver puerta a pesar de no jugar como delantero centro al uso. El azulgrana podría desenvolverse en cualquier posición de la mediapunta, como interior en un 4-3-3 e incluso en la posición de falso "9", en la que ha actuado en varios partidos a lo largo de su carrera.

En su primera temporada en el filial azulgrana, Rafinha subió de la mano de Luis Enrique y disputó nueve encuentros y anotó un gol. En las dos últimas, ya a las órdenes de Eusebio Sacristán, el hijo de Mazinho disputó 39 encuentros en la primera y metió ocho dianas mientras que en la pasada campaña estuvo presente en 36 y perforó diez veces la portería contraria. Además, puede presumir ya de haber debutado con el primer equipo en la Liga de Campeones.