El mayor activo del que dispone el Celta en estos momentos es su afición, que ha sostenido al equipo en los peores momentos de la temporada y ya está ilusionada con el próximo ejercicio, que comandará desde el banquillo Luis Enrique, cuya llegada a Vigo se anunció el pasado sábado entre la sorpresa de todos. Pasados unos días, el celtismo ya ha digerido la noticia y en líneas generales se muestra encantado con el cambio de inquilino en el banquillo, convencido de que el entrenador asturiano es la persona adecuada para dirigir el proyecto de cantera que la entidad presidida por Carlos Mouriño tiene en mente para los próximos años.

Muchos aficionados acudieron ayer a sacar sus carnets de abonados para la próxima campaña, alguno como Alberto Gil, un joven que estará en la grada de Marcador, motivado por el fichaje de Luis Enrique. "Me llevó a darme de alta", proclama.

Coinciden los aficionados célticos en la ilusión que genera el asturiano por las buenas referencias que tienen especialmente de su aventura en el Barcelona B, con el que completó una temporada histórica en Segunda División. "Apuesta por un fútbol atractivo", destaca Luis Suárez, socio desde hace más de una década al que no le importa la poca experiencia del técnico en los banquillos: "Abel tenía más experiencia pero éste tiene mucha hambre de hacer grandes cosas y eso es muy importante".

Otra de las claves para comprender la buena acogida que ha tenido Luis Enrique por estos abonados es el fuerte carácter del asturiano y el trato que dispensa a la cantera, la gran apuesta de la directiva para asentar al Celta en Primera División y no pasar tantos apuros como en la temporada que acaba de concluir hace diez días. Así, Alberto Gil, que se unió ayer a la familia celtista junto a su hijo de tres años, reconoce que "al principio no me daba buenas sensaciones pero después lo pensé bien y es un entrenador que va a tirar de la cantera". Manolo Gestido, por su parte, cumplirá su segunda temporada en Marcador y cree que Luis Enrique "concuerda más con la filosofía de club" aunque matiza que no le hubiese disgustado que continuase Abel Resino porque "se lo ganó".

Consideran estos aficionados que el Celta debe recuperar esa identidad que le caracterizó durante la temporada del ascenso y la primera vuelta de la pasada campaña, algo para lo que creían fundamental un cambio en el banquillo de Balaídos que generase más ilusión. Miguel Ángel Álvarez, que tras cuatro años de ausencia regresará a su asiento en el estadio vigués, asegura: "No me convencía el juego y espero que ahora se juegue mejor". Al igual que Fernando Pequeño, abonado de Preferencia, que concluye que "por lo menos me da ilusión", que ha contagiado a su mujer María Elena Sotelo, que acompañará a su marido en la grada. Luis Enrique también tiene parte de culpa.