Iago Aspas dejará de ser jugador del Celta en cuestión de horas. Después de varios días de negociaciones el club vigués ha cerrado la venta de su jugador franquicia al Liverpool por nueve millones de euros. El traspaso se cerró en nueve millones justos, sin variables por objetivos, si bien el Celta se reserva un porcentaje sobre una eventual venta del futbolista a un tercer equipo, siempre que la operación no sea inferior a dieciséis millones.

Aspas, que ayer tarde acudió al campo de Barreiro para asistir a la eliminatoria de promoción de ascenso a Segunda División B entre el Celta B y el Mutilvera, viajará en la jornada de hoy a Londres, vía Barcelona, y desde allí se desplazará a Liverpool. Mañana, martes, tras pasar reconocimiento médico, estampará su firma en el contrato que lo vinculará a los reds por las próximas cuatro campañas.

Después de meses de elucubraciones y polémica sobre el destino de la estrella del Celta, la marcha de Aspas ha tenido un desenlace feliz. El club obtiene nueve millones -solo uno menos de lo estipulado en su cláusula de rescisión- por un futbolista que no podía ya retener y el delantero moañés firma un suculento contrato por jugar en uno de los grandes clubes de Europa.

El delantero, que recibirá 1,5 millones netos por campaña, casi el triple de lo que cobraba en el Celta, ve de este modo colmadas sus aspiraciones económicas y deportivas.

Aunque la intención inicial de Iago Aspas era jugar el próximo curso en la Liga española y el Valencia, con el que tenía incluso firmado un precontrato supeditado a un acuerdo de traspaso con el Celta, parecía su destino más probable, las dificultades financieras del equipo de Mestalla y, sobre todo, la irrupción en escena del Liverpool, cambiaron por completo el decorado. "Desde que supe interés del Liverpool no lo dudé ni un minuto. Es uno de los grandes clubes del mundo", declaró recientemente el punta moañés, que contaba también con importantes ofertas económicas de otros pujantes clubes europeos como la Roma, el Benfica o el Dinamo de Kiev.

La marcha de Iago Aspas, héroe de la afición celeste desde que irrumpió hacer cuatro años para salvar al equipo del descenso a Segunda B, deja un vacío difícil de llenar en el Celta. Polémico y visceral, pueril y callejero a veces, pero temperamental y talentoso hasta el tuétano, futbolista moañés ha sido sostén goleador del equipo de Balaídos en las dos últimas temporadas. Los veintitrés tantos anotados hace dos temporadas fueron determinantes para el ascenso a Primera División, donde el conjunto celeste ha podido a duras penas sobrevivir este último curso gracias a los doce goles y cinco asistencias de Aspas.

Sin el moañés en nómina el déficit goleador del Celta crece exponencialmente, lo que obligará al club a reinvertir buena parte de los beneficios de su venta en fichar uno o dos delanteros contrastados que palíen el problema de pegada del equipo y contribuyan a consolidarlo en Primera División.