Ya puede mimar su barriga, sin que ningún entrenador le recrimine por sobrepeso. Benni McCarthy anuncia desde su Suráfrica natal que abandona el fútbol profesional después de una carrera de 17 años, de los que cuatro los pasó en el Celta. Ajax, Oporto, Blackburn Rovers y West Ham fueron los otros clubes europeos en los que militó la máxima estrella de la Bafana Bafana, con la que no pudo competir en el Mundial de 2010, organizado por su país y ganado por España, al apartarlo Parreira de la lista de convocados por su pronunciada tripa.

"Ha sido una carrera profesional de 17 años en la que superé mis propias expectativas y tuve el privilegio de jugar a las órdenes de grandes entrenadores, incluyendo el mejor, José Mourinho", dijo McCarthy, de 35 años, que desde 2011 milita en el Orlando Pirates de la liga sudafricana.

Con el Orlando Pirates de Soweto -junto al Kaiser Chiefs, uno de los dos grandes del campeonato sudafricano-, McCarthy ganó la liga la temporada 2011-2012, culminando una exitosa carrera que le llevó a vestir 80 veces la camiseta de Suráfrica (continúa siendo su máximo goleador, con 32 goles) y a jugar dos Mundiales (1998 y 2002).

Se declaró "afortunado" por haber llegado "de los campos de la barriada" de Ciudad del Cabo, donde nació, a ganar la Liga de Campeones con el Oporto de Mourinho en 2004. Esa temporada la culminó en el conjunto portugués con la consecución de la Copa Intercontinental.

En el momento de anunciar su adiós, McCarthy expresó su deseo de obtener el título de entrenador y convertirse en comentarista de fútbol en televisión. "El fútbol es mi vida, he jugado a este deporte y lo amo, está en mi sangre", explicó el surafricano al anunciar su retirada.

Benni McCarthy firmó en el verano de 1999 por el Celta, que pagó seis millones de euros al Ajax. Su presentación con la camiseta celeste fue espectacular, con grandes actuaciones en la pretemporada. Sin embargo, el atacante surafricano no acabó de triunfar con el Celta, con el que participó en el fallido intento de alzarse con la Copa del Rey en junio de 2001 en Sevilla, ante el Zaragoza.

Su mayor desilusión, sin embargo, le llegaría en la recta final de su carrera, cuando el brasileño Carlos Alberto Parreira le impidió disputar la Copa del Mundo de 2010. "Benni no está en la condición ideal", argumentó el seleccionador de Suráfrica al anunciar que prescindía del que hasta esos momentos era considera la estrella del fútbol surafricano.