El Mallorca ha descendido a Segunda división pese a ganar 4-2 al Real Valladolid, un triunfo inútil, ya que los mallorquinistas no dependían de sí mismos en la última jornada.

El milagro en forma de triple carambola, finalmente, no se produjo, y la victoria del Celta ante el Espanyol hundió definitivamente a los mallorquinistas.

El Mallorca, en ventaja casi todo el partido, jugó pendiente de lo que hacían sus rivales directos, ante un Valladolid que no se jugaba nada, aunque planteó un partido muy digno.

El equipo balear, impulsado por una grada ruidosa y que no dejó de animar en todo el partido, hizo lo que tenía que hacer en la primera parte: ponerse por delante en el marcador (2-1) y esperar los resultados de otros campos.

El Mallorca se jugaba mucho, y eso se notó. El Valladolid solo llegó en una ocasión al marco de Dudú Aouate y marcó, tras un contragolpe rápido.