El Concello de Vigo y la Federación Gallega de Atletismo se han enrocado en sus posturas. Ninguna da su brazo a torcer respecto a la firma del convenio de cesión de las pistas de Balaídos, de titularidad municipal, para que las gestione el organismo deportivo. Cuestiones de sustancia y protocolo, de identidad de los firmantes, que dejan el acuerdo en el aire. En teoría, la firma está prevista para el martes, pero a día de hoy es una cita imposible. Lo que deja a los atletas vigueses sin poder emplear las instalaciones desde mañana.

El convenio anterior caducó ya hace tiempo. Y la Federación Gallega ha hecho saber que no seguirá gestionando las pistas si no se renueva el convenio. No admite ya la inclusión en el inminente calendario de eventos como las series municipales. Desde el día 1 de junio dejará cerradas las instalaciones.

En su momento se barajaron otras opciones, como que el Concello se hiciese cargo directamente de las pistas o que el convenio de cesión se firmase con el Celta masculino y el femenino. Vías también totalmente paralizadas.

Varios actores del más alto nivel están realizando maniobras de intermediación, que de momento no han fructificado. Mientras, el atletismo vigués contempla la situación entre el estupor y la indignación. El cierre de Balaídos deja a los atletas sin lugar de entrenamiento en plena temporada. La próxima semana tanto el Celta masculino como el femenino se juegan el ascenso a División de Honor en Valladolid y Burgos respectivamente. Si se mantiene la situación, no tendrán dónde prepararse para esas citas. En las redes sociales ya se están activando diversas medidas de protesta y presión.

"Nos jugamos el ascenso y nos dejan tirados a falta de una semana", se queja la céltica Marta Gómez. "A ver qué se puede hacer". ¿Dónde practicará el pertiguista Sergio Tellería. "Es fastidiado", concluye el joven.