Hay que pensar en positivo. Si hacemos una reflexión y miramos al equipo y a la situación hace dos meses, todos firmaríamos el poder llegar al último partido con opciones, incluso no dependiendo de nosotros mismos. La situación, siendo complicada, no es del todo mala. Tener enfrente a un rival que no se juega nada es muy importante.

Al igual que en Valladolid, solo vale la victoria y esperar, no queda otra. Es una final, el comportamiento de la afición es increíble y eso tiene que dar tranquilidad al equipo para salir a tope ya que, pase lo que pase, los aficionados se lo van a agradecer. Están defendiendo una camiseta y un escudo con mucha historia que no se merece bajar.

Será imposible abstraerse de lo que suceda en Riazor. Eso creo que está bien, saber sobre todo si es favorable es mucho mejor, da confianza y hace dar un poquito más de esfuerzo, sacrificio e ilusión. Para esto, lo fundamental es trabajar el estado anímico, hacer ver a los jugadores que es posible, se viene de ganar en un campo difícil a un gran nivel. Hay que jugar para ganar y que sea lo que tenga que ser pero pensar es positivo es clave para conseguir el premio.

El Deportivo tiene un rival muy complicado y lo va a tener difícil. Eso me hace ser optimista, el fútbol son sensaciones y momentos, toda la ciudad está volcada, con un ánimo enorme y ese esfuerzo desde la grada se debe transimitir para lograr el objetivo sea como sea.

*Exjugador del Celta