Goleador inesperado, Gustavo Cabral abría el camino de la victoria en Valladolid, un tanto que tranquilizaba al Celta, al que con el paso de los minutos podía irle entrando el miedo. No eran momentos fáciles por la trascendencia del choque y el defensor argentino se refugió en sus compañeros del banquillo para celebrar el momento, en el que se le pasaron por la cabeza los dos últimos meses, en los que su irregular rendimiento le condenó al banquillo, una situación nada agradable para un profesional, que siempre quiere sentirse importante y ayudar desde el terreno de juego.

"Me ha tocado entrar y mejor no me podía haber pasado. En las últimas semanas estuve en el banquillo y en la grada, era un poco doloroso no poder ayudar a tus compañeros, saber que se están dejando la vida y no hacer nada te da mucha bronca. Los que están fuera son los que más sufren, me pasó eso por la cabeza, abrazarlos, saludarlos, saber que estamos juntos, que somos una piña y que hemos pasado momentos muy difíciles, se ve la unión que tenemos en el vestuario", señaló Cabral.

Era tal la emoción del momento durante el gol y después de la victoria en tierras pucelanas que Cabral no quería esperar hasta el sábado, deseaba que la semana no fuese tan larga y jugar cuanto antes el último partido. "Tenía esa motivación en mi cuerpo de querer jugarlo ya, queremos que pasen rápido estos días", destacó el argentino, que no sabe si repetirá en la titularidad o volverá Vila al once.

El cielo parece haberse despejado para el Celta tras una jornada casi perfecta. Había que salvar una bola de partido y se consiguió pero todavía no se ha logrado nada, queda una última bala ante el Espanyol que el conjunto vigués está dispuesto a aprovechar. "Tenemos toda la ilusión, una luz de esperanza. El equipo tenía muchos nervios, conseguimos sacar el partido más importante de la temporada y ahora nos queda otro, hay que ganar como sea, jugando bien o mal", afirma el zaguero de una cita en la que será imprescindible "controlar los nervios", al ser una "verdadera final".

A pesar de depender del resultado en forma de tropiezo del Deportivo en Riazor ante la Real, para Cabral sería un error estar pendientes de lo que suceda en el estadio coruñés, a donde habrá que mirar una vez se haya cumplido con los tres puntos ante el Espanyol. "Solamente hay que pensar en el Celta, si nos desgastamos en que puedan perder o empatar estamos perdidos, tenemos que pensar en ganar nosotros, es la única forma de que podamos terminar bien esta Liga con la cabeza bien alta", sentencia el central argentino, el héroe inesperado del Celta en Valladolid.