Álex López, que recibió un golpe durante el partido, aseguraba que "los golpes, cuando se gana, son lo de menos. Lo importante era ganar. Ahora tenemos que esperar el partido contra el Espanyol. Antes de jugar ante el Valladolid teníamos que ganar los dos partidos que quedaban ineludiblemente y al menos ya hemos ganado uno. Todavía el trabajo no está terminado, estamos en descenso, y no va a ser fácil salvarnos, pero hay que luchar y esperar. Se pasa mal cuando se depende de otros resultados, pero así están las cosas".

Sobre le gol fantasma, Álex López aseguró que "yo creo que si entró, pero el árbitro no lo considero así".

Para acabar Álex López quiso recalcar también en relación al apoyo recibido por los aficionados que "la afición siempre se merece un diez, ha sido tremendo el apoyo que nos están dando. Nos están dando mucho mas ellos a nosotros que nosotros a ellos".

Por su parte, el defensa del Celta Andrés Túñez comentaba al final del encuentro que "hoy -por ayer- no quedaba otra que salir con mucha intensidad porque nos hacía falta ganar para evitar el descenso matemático, y lo hemos conseguido. Al haber ganado conseguimos llegar con vida a la última jornada, en la que habrá que ganar en casa y esperar que otros resultados nos sean favorables, pero ahora estamos más animados, porque al menos seguimos teniendo opciones. Hay que seguir luchando". Túñez fue especialmente cariñoso con el joven Rubén Blanco: "Hay que felicitarle especialmente porque no tenía una papeleta fácil y cumplió de forma extraordinaria".

Por otro lado Nacho Insa comentó al final del encuentro que "este era un partido de alta tensión para nosotros, teníamos ya muchas ganas de jugar, ahora no nos queda otra que pensar en ganar el sábado en Balaídos ante nuestra afición. Ahora hay que tener la cabeza al 100% en ese partido, si el Celta se salva habrá que darle las gracias a la afición que nos está llevando en volandas".