Nuevo contratiempo para el Celta. El conjunto vigués vuelve a sufrir una lesión de una de sus piezas indiscutibles. Larsson "hizo la cama" a Javi Varas y el impacto con el suelo dejaba al meta sevillano con una luxación en el codo que le impedirá jugar la próxima jornada ante el Espanyol.

Eran los últimos minutos de la primera parte. El Celta iba con ventaja en el marcador. Llegaba el momento de Rubén Blanco, uno de los jugadores con más proyección de la factoría de A Madroa. Los expertos en categorías inferiores a nivel nacional apuntan que el mosense está llamado a defender la portería de la Roja en un futuro. El joven guardameta dio la razón a los entendidos. Salvó un disparo de Manucho en el tiempo extra del primer período y sacó una mano espectacular en la segunda parte.

Gustavo Cabral y Aspas anotaron los goles. Krohn-Dehli también volvió a estar cerca de su mejor versión. El Celta mostró la intensidad de tiempos pasados, pero el futuro se vuelve a ver con optimismo gracias a la actuación de un Rubén Blanco que acabó el partido visiblemente emocionados. La imagen del canterano, de sólo 17 años de edad, recuerda a la de Iago Aspas cuando el moañés fue determinante para mantenerse en Segunda División. De momento, esas dos paradas han sido claves para llegar con vida a la última jornada. La próxima semana, ante el Espanyol, tendrá una nueva oportunidad para demostrar que la era de Rubén Blanco al frente de la portería del Celta es más bien una cuestión de presente que de futuro.