Cerillo, con década y media de permanencia en el primer equipo del Academia Octavio, y más aún desde que comenzó como canterano, se prestó a ofrecer su análisis en la Radio Galega pese a tener el alma rota. "Estamos en estado de shock", declaraba. "Aún no me creo lo que ha pasado en la pista. Es una forma muy cruel de descender. Tuvimos todo el partido controlado. Esa última jugada? Es muy complicado", repite una y otra vez.

Cerillo explica la decisión tomada por Quique Domínguez, que él entiende y comparte: "Teníamos una jugada preparada para el final de partido por si teníamos que arriesgar. Creíamos que así era. El partido de Aranda iba por detrás, con bastante tiempo por jugar. El empate quizás no nos valía", explica. "Jugando al empate el Villa de Aranda y el Frigoríficos, estábamos descendidos. Teníamos que ir a por la victoria. Pero perdimos el balón".

La idea evidentemente se concretó mal. "Sí o sí teníamos que lanzar en el último segundo. No fue así. Un error nos llevó a perder el balón y nos metieron un gol de 40 metros. Aún no me lo creo", reflexiona. "Era una jugada ensayada. Me tenía que llegar el balón al extremo y yo decidir lanzar o colgar un fly". Aunque correspondió a Dasilva protagonizar la acción, Cerillo lo disculpa: "Cometió un error pero no podemos centrarnos solo en eso. Fallamos antes algún lanzamiento, perdimos algún balón, también podíamos haber llegado ganando de tres... No hay que culpar a nadie. Rafa tiró del equipo en los últimos minutos".