Tres puntos son la frontera que divide el sueño de la permanencia del descenso. El límite entre ambos destinos es casi ininteligible. El Celta sabe que para seguir con vida sólo basta con el camino del triunfo. Una victoria, sumado a algún tropiezo de los rivales directos, supondría llegar con opciones de salvación a la jornada definitiva de la competición. Ese es el primer paso que se ha marcado el equipo de Abel Resino. Las posibilidades son mínimas, aunque el pleno de puntos sí podría significar mantenerse entre los más grandes del fútbol español.

Ese primer paso debe darse en el José Zorrilla. El Celta se jugará la vida en feudo ajeno. Sin embargo, quince autobuses han partido desde Vigo para abarrotar el coliseo blanquivioleta y empujar al cuadro celeste en la conquista de los tres puntos. Pucela vuelve a ser celeste. Tal y como ocurrió hace un año, cuando el conjunto que lideraba Paco Herrera venció al Valladolid y dio el primer paso para volver a Primera. Hoy el objetivo es completamente opuesto. Se busca también un primer paso, pero ese primer empujón tiene como meta final lograr una permanencia que se antoja casi épica.

Abel Resino viaja a tierras castellanas con prácticamente todos los hombres disponibles. Deja en Vigo a Danijel Pranjic. El croata se queda en la ciudad olívica junto a los castigados Jony y Jonathan Vila. Las ausencias de los dos canteranos obligan al toledano a modificar su línea defensiva. Cabral, Demidov y Samuel pugnan por suplir al central porriñés mientras que la ausencia del jugador de Matamá dejan al preparador céltico sin un lateral derecho específico. Las opciones para jugar por ese costado pasan por ubicar a Carlos Bellvís a pierna cambiada o reubicar a Gustavo Cabral o Augusto Fernández en el costado derecho de la zaga. La otra opción sería dar la titular al futbolista del filial, Antón de Vicente.

El Valladolid, por su parte, ya tiene la permanencia bajo el brazo. Los deberes ya están hechos. El equipo de Djukic ha cuajado una gran campaña. Se ha salvado sin problemas. Pocos apuros para una plantilla muy corta y que mantuvo al bloque que conquistó el ascenso hace una temporada. El técnico serbio quiere mantener la tensión en su colectivo. Quiere acabar el curso lo más arriba posible. Para doblegar al Celta, el cuadro pucelano no podrá contar con Javi Guerra, lesionado. Manucho será la referencia ofensiva de un equipo que tiene en Óscar y en Ebert sus grandes bazas.

Posibles alineaciones:

Valladolid: Jaime; Rukavina, Sereno, Marc Valiente, Peña; Álvaro Rubio, Víctor Pérez; Ebert, Óscar, Larsson; y Manucho.

Celta: Javi Varas; Bellvís, Demidov, Túñez, Roberto Lago; Oubiña, Natxo Insa, Álex López; Augusto Fernández, Krohn-Dehli e Iago Aspas.

Árbitro: Estrada Fernández (comité catalán).