En apenas diez días, que fue el plazo que concedió Ferrari, el tatuador asturiano Juan Manuel García, más conocido como Xuama, diseñó y dibujó la decoración que lucirá Fernando Alonso en el Gran Premio de Mónaco que se disputa este fin de semana. "Al final, tuve que pedir un día de prórroga", confiesa. El resultado, pese al ligero retraso, parece haber merecido la pena: los foros de automovilismo y la cuenta de Twitter del piloto recogen centenares de comentarios elogiosos. Xuama ya hizo el mismo trabajo el año pasado y con éxito similar.

Según explica el artista, la idea básica para la decoración del casco fue el resultado de varias aportaciones: las primeras de todas las del propio Alonso, un perfeccionista que no dejó de hacer añadidos y comentarios de mejora durante el proceso creativo. "También ha tenido un papel relevante en la obra, en especial en el tratamiento digital de la imagen, Ricardo Morán, un estrecho colaborador de Alonso y asturiano como él", apuntó el dibujante.

Según se podrá ver antes y durante la carrera, el casco contiene la Cruz de la Victoria, que nunca falta en el uniforme del asturiano; un mapamundi, una serie de engranajes mecánicos y un puzle cuyas piezas son todas y cada una de las victorias de Alonso en la Fórmula 1, desde la de Hungría en 2003 a la de Montmeló de hace dos semanas: "Esa pieza hubo que meterla a calzador porque no estaba prevista", desvela Xuama. Por si acaso, durante el rediseño para encajar la pieza de Montmeló se reservó sitio para una hipotética victoria en Mónaco. Y es que este casco tan artístico tendrá un segundo uso en Singapur: "Ahora bien, como gane varias carreras de aquí a Singapur a ver dónde las encajamos", bromea el tatuador avilesino, que conoció a Alonso precisamente por su oficio: le tatuó un dragón hace dos años. Una vez usado, el casco tendrá un noble fin: será subastado para fines benéficos.

La parte exterior de los cascos que usan los pilotos de Fórmula 1 está formada por 18 capas de fibra de carbono, mientras que la interior se elabora de forma artesanal a imagen y semejanza de los moldes en tres dimensiones de los pilotos. La resistencia de estos "yelmos" es superlativa: hay marcas que aseguran que sus cascos pueden parar una bala de un rifle de pequeño calibre.