El Academia Octavio salta con la adrenalina al máximo ante el Ciudad Encantada. Arrasarán a los conquenses. Les ha impulsado la necesidad de ganar para optar a la permanencia. El prestigio deportivo que supone y la obligación profesional. Pero también la devoción que sus seres queridos les han transmitido justo antes del partido a través de un vídeo. El Octavio gana y vive por amor. Por amor juega mañana en Huesca, donde se dicta sentencia.

Diego Núñez, el psicólogo que colabora con el equipo, le había propuesto al entrenador, Quique Domínguez, que el familiar de algún jugador escribiese una carta a la plantilla. Que les relaten en esa misiva por qué se siente orgullosos de ellos. Se la leerán el día antes del partido. Domínguez acepta, aunque modificando la fórmula y ampliándola. Será un vídeo y con íntimos de cada miembro de la escuadra.

Domínguez y Núñez recolectan mensajes. Les ayudan Javi, el delegado, y Pablo Domínguez, hermano del entrenador, que fue rojillo y además compañero de varios en otras escuadras. Lo hacen a escondidas de los jugadores, manteniendo el secreto. Piden a los más próximos que graben un mensaje y lo envíen a través de la aplicación telefónica Whatsapp.

No falla nadie. Quique Domínguez tiene incluso el teléfóno de Jonas Kallman, hermano de Filip, y la estrella del Atlético cumple. Junto a él, los padres de Cacheda; padres y hermana de Frade; la novia de Jabato; la novia de Chantada; abuelo, mujer e hijas de Dasilva; novia y sobrinos de Fran González; el hijo de Arkaitz Vargas; la familia entera de Lloria; el padre de Hermida; la novia de Alemany; los dos hijos de Cerillo... A Juárez se le dirigen los niños del equipo alevín que el extremo entrena. "Llevó su tiempo", reconoce Quique. "Pero mereció la pena. Les llegó mucho. Fue el último empujón que necesitaban para salir todavía más motivados". Quique les pondrá el vídeo después del calentamiento, justo antes de saltar a la cancha para la presentación y el inicio.

Se ha cuidado el montaje con una premisa clara: "Que no dure mucho. Nos quedó en cinco minutos. Fue directo al corazón", relata el entrenador. Cada uno a su estilo, con su propio lenguaje, el mensaje que le llega a la plantilla desde la pantalla es común: "Jugáis por nosotros". "En las actuales circunstancias, la preparación emocional es muy importante", explica Domínguez. "Cuando te tocan la fibra, sales a jugar de otra manera".

Varios factores explican la resurreción del Octavio tras ese derbi con el Frigoríficos que parecía condenarlo. Contó la recuperación física de varios jugadores. Pero también el alma que han demostrado como colectivo en circunstancias deportivas y económicas difíciles. Justo tras caer ante los cangueses, en el vestuario, mientras el presidente lanzaba un discurso hablando sobre el próximo proyecto en la División de Honor B, veteranos como Fran González se levantaron para asegurar que la lucha no había terminado. Cerillo organizó una comida. Jabato creó un grupo de debate en Whatsapp en el que todos intervinieron "abriéndose en canal". Llegó la victoria de Aranda. Después, el vídeo y la victoria sobre el Ciudad Encantada. Queda el último viaje, las muchas horas de autobús que afrontan desde la medianoche de ayer hacia Huesca.

"Vamos a ver si conseguimos la permanencia. El equipo está cargado de confianza. Nos la transmitimos entre nosotros", indica Quique Domínguez, que acepta: "Son tres semanas largas en esta situación y es difícil mantener tensión emocional. Pero estamos preparados para el último paso. Puede que no lo consigamos, pero no será por falta de motivación".