El calendario ha querido que el Celta se juegue la permanencia en su campo talismán, en el Nuevo Zorrilla, donde más triunfos ha cosechado el conjunto vigués a lo largo de su historia. El próximo domingo, los célticos volverán al estadio del Valladolid donde han obtenido 8 victorias, 6 empates y 5 derrotas, desde que fue inaugurado en 1982 con motivo de la celebración del Mundial de Fútbol.

El Celta, actual colista de Primera División, con 31 puntos, confía en mantener esa buena racha en Valladolid. En esta ocasión, una derrota lo condenaría al descenso de categoría, pues a dos jornadas de que concluya la competición se encuentra a cuatro puntos de distancia del Deportivo, que marca la línea de la salvación. Incluso un triunfo celeste en Valladolid puede no servirle si ganan los deportivistas en Málaga y Osasuna al Sevilla en Pamplona.

El conjunto que entrena Abel Resino se agarra a la ilusión de sumar los seis puntos que restan por jugar y esperar a que tropiecen al menos tres de sus cuatro rivales en la lucha por la permanencia: Mallorca (32 puntos), Zaragoza (34), Deportivo (35) y Osasuna (36).

El primer paso para lograr este reto titánico es ganar el domingo en Valladolid, donde presenta un excelente balance en las tres últimas décadas. Esta trayectoria, sin embargo, comenzó con un gran disgusto para el celtismo, que suele desplazarse en gran número a la ciudad que atraviesa el río Pisuerga.

En la última jornada de la Liga 1982-1983, el Celta acudió, como ahora, a por una victoria que le garantizase la permanencia en la máxima categoría. Sin embargo, cayó por 3-1 (Andrés logró el tanto de los celestes) y finalizó en penúltima posición. Es, hasta el momento, el último descenso del Celta a Segunda que se produce lejos de Balaídos.

En cambio, la última visita del equipo vigués se saldó con un triunfo (1-2), en los últimos minutos, que le permitió distanciarse del Valladolid en la pelea por el ascenso directo a Primera. Ocurrió el pasado año, aunque después los vallisoletanos también consiguieron el máximo premio a través del play-off.

En medio de una y otra cita, el Celta ha salido muy beneficiado de sus visitas al Nuevo Zorrilla, donde ha ganado en sus últimas citas consecutivas en la categoría de oro.

En los enfrentamientos totales a domicilio del Celta, Valladolid también se erige como la plaza más generosa. De las 39 ocasiones que los celestes han jugado en la capital castellana, se han llevado 12 triunfos.

En ningún otro campo de Primera División ha sacado tantos réditos el conjunto vigués en su historia. En cuanto a número de triunfos a domicilio, le siguen los alcanzados en Riazor. En casa del Deportivo, el Celta ha ganado 11 de los 53 partidos de Liga que ha disputado ante el eterno rival.

En esta relación de duelos como visitante con los equipos que ahora militan en Primera, el Celta registra los siguientes números: en casa del Sevilla ganó 8 de los 45 enfrentamientos; 7 de 23 ante el Rayo Vallecano; 7 de 28 en Osasuna; 6 de 46 ante el Real Madrid; 5 de 29 con el Betis; 5 de 44 con el Espanyol; 5 de 47 con el Atlético de Madrid; 5 de 49 con la Real Sociedad; 4 de 16 con el Mallorca; 4 de 48 con el Valencia; 3 de 7 con el Málaga CF; 3 de 38 con el Zaragoza; 3 de 46 con el Athletic Club de Bilbao; 1 de 6 con el Levante; 1 de 16 con el Granada, y 1 de 46 con el Barcelona. No ha ganado en las dos visitas que ha realizado al campo del Getafe.

En cuanto a rivales que ahora están en Segunda, el peor balance lo tiene con el Racing de Santander. El Celta visitó 23 veces la capital cántabra para disputar partidos de Liga y no ganó hasta el año 2006. En Gijón, suma 5 triunfos en 17 desplazamientos. En tierras asturianas también logró 4 victorias, ante un Oviedo que intenta regresar al fútbol profesional tras una larga etapa en las catacumbas.