Confirmados casi todos los puestos nobles de la clasificación, con el Barcelona campeón y el Real Madrid y el Atlético en Liga de Campeones, el grueso de la penúltima jornada de la Liga BBVA se centra en la lucha por el descenso, en la que casi todos los equipos implicados se jugarán la vida fuera de su estadio.

Todos menos Osasuna, que recibe al Sevilla en el Reyno de Navarra, tendrán que buscar los puntos alejados de su afición. Es el caso de Granada, Deportivo, Celta, Mallorca y Zaragoza, el resto de clubes que intentarán alejarse del infierno del descenso.

El cuadro de José Luis Mendilibar, después del desastre de la pasada jornada en Granada, no puede fallar. Se encontrará a un equipo que aún opta a la octava posición, que, a la espera de conocer si al Málaga puede jugar en Europa la próxima temporada, podría dar una plaza continental. Por eso, Osasuna no lo tendrá fácil y movilizará a toda su afición.

El Granada, a priori, es el equipo, de todos los que están en liza por no descender que mejor horizonte vislumbra. Está fuera por cinco puntos, pero viaja a Valencia, que todavía lucha con la Real por la última plaza de Liga de Campeones. El cuadro de Ernesto Valverde está empatado a puntos con los vascos y no quiere ceder ni un metro de terreno.

Otro de los implicados en la quema, el Deportivo, se la juega en Málaga. En una semana extraña, en la que ha tenido que ajustarse el cinturón tras las medidas tomadas por un juez, los gallegos tienen que sumar si no quieren verse superados por el Zaragoza. Sólo un punto les separa de los maños. En ese punto está la gloria o la pena.

Precisamente, los aragoneses tendrán otro partido complicado. Se las verá con el Betis en el estadio Benito Villamarín. Después de perder en casa con el Athletic, y de ser increpados por sus aficionados, podría ser equipo de Segunda si pierde y ganan Deportivo y Osasuna. Enfrente, la escuadra de Pepe Mel aún podría perder la séptima plaza europea si es derrotada en las dos jornadas que restan y el Rayo gana todo.

El penúltimo clasificado, el Mallorca, visitará al Atlético, en plenos festejos por la Copa del Rey y sin nada por lo que luchar. Después de salvar la primera bola de partido ante el Betis, Gregorio Manzano intentará dirigir a sus hombres hacia el milagro. No depende de sí mismo. Aunque consigan tres puntos, si Deportivo y Osasuna ganan, serían de Segunda, puesto que los gallegos tienen mejor diferencia de goles particular y los navarros serían inalcanzables.

Y el colista, el Celta, con menos puntos que ninguno, visita Zorrilla para intentar doblegar al Valladolid, que se encuentra en tierra de nadie y sin objetivos. Los gallegos están a cuatro puntos de la salvación con seis en juego. Necesitan un milagro.

Fuera del descenso, aún queda por dilucidar quién acompañará a Real Madrid y Atlético en la Liga de Campeones. Si el Valencia buscará tres puntos con el Granada, la Real los necesita contra el Real Madrid. Los blancos, en estado de depresión y renovación después de perder la Copa y anunciar la marcha de Mourinho, intentarán salvar su honor en Anoeta.

El último encuentro con algo en juego es el Getafe-Rayo Vallecano. El derbi madrileño tiene un objetivo común, el octavo puesto, que podría dar un último pase para jugar la próxima edición de la Liga Europa. Los pupilos de Luis García intentarán superar a sus vecinos y arrebatarles esa posición, pero tendrán que luchar con la historia: nunca han ganado al Rayo en Primera.

El otro derbi de la jornada lo protagonizarán Espanyol y Barcelona. No hay nada en juego, sólo la intentona de los azulgrana por alcanzar los cien puntos que consiguió el curso pasado el Real Madrid y que se convirtió en el mejor registro histórico de la Liga BBVA.

Tampoco importa el Athletic-Levante. Sólo habrá sentimientos y recuerdos. Será el último encuentro que dispute el equipo vasco en San Mamés, que abrió sus puertas un 21 de agosto de 1913 y las cerrará para siempre casi cien años después.