El presidente del Deportivo acaba de recibir un golpe bajo. El juez instructor del proceso concursal que se sigue contra el club coruñés por unas deudas que superan los 150 millones de euros ha ordenado un plan de ahorro estricto para rebajar las facturas en el equipo coruñés. Un anfitrión como Augusto César Lendoiro se sentirá incómodo en Riazor a partir de ahora, pues no podrá ofrecer ni un café a sus homólogos y a los políticos que solicitan asiento en cada partido del equipo blanquiazul tras las decisiones que acaba de tomar.

Además del palco, el juez extiende la prohibición de gastos a las comidas oficiales que Lendoiro organizaba en el restaurante Playa Club -gestionado por el club-, con los dirigentes de los equipos visitantes. De hecho el juez había mostrado su sorpresa por el coste de la comida de directivas con motivo del enfrentamiento ante el Celta de hace unos meses.

Según se señala en el comunicado oficial del club coruñés el magistrado Rafael García Pérez, s ordena asimismo al Deportivo prescindir de la línea Wifi que se ofrecía a los medios de comunicación en los días de partido.

De todos modos, la nota del Deportivo es muy confusa porque el juez pide que se recorten los gastos y a partir de ahí ha sido Lendoiro quien ha elegido las medidas a tomar. El dirigente deportivista ha optado también por los recortes que llaman más la atención como son anular la Wifi, la suscripción a Digital Plus. En la nota también explica el Deportivo que deja de adquirir la prensa deportiva diaria que en el quiosco para que se informara su secretaría técnica, además de "dar de baja al Real Club Deportivo como suscriptor de un periódico coruñés".

El club, en el mismo comunicado, "quiere subrayar que acata a rajatabla los directrices del señor juez, pero no las comparte". Estos acuerdos del juzgado dejan sin nevera el palco de autoridades de Riazor aunque consiguen el efecto perseguido por Lendoiro que es llamar la atención y mantener su enfrentamiento con quienes llevan el proceso concursal del equipo coruñés.