Las cuentas de la salvación se complican un poco más para el Celta después de que la mayoría de sus rivales directos, excepto el Mallorca, disputasen la trigesimosexta jornada de Liga que los celestes se vieron obligados a adelantar diez días debido a la final de la Copa del Rey. Las victorias del Granada y el Deportivo disminuyen las ya escasas posibilidades con las que partía el conjunto vigués, que necesita ganar al Valladolid para llegar con opciones al encuentro contra el Espanyol siempre y cuando Osasuna y Dépor no ganen el domingo. Si ambos lo hacen el Celta descenderá ese mismo día. Resumiendo y a grandes rasgos los vigueses necesitan ganar los dos partidos y que Mallorca y Zaragoza tropiecen en uno de los partidos y que Osasuna o Dépor fallen en los dos.

Con los resultados que se produjeron este fin de semana, el conjunto vigués ve incrementada a cuatro puntos su desventaja con la permanencia, a falta de dos encuentros para que se cierre la temporada. Además, la pelea por evitar el descenso se limita ahora a cinco equipos, pues el Granada dio el sábado un paso casi definitivo al vencer a Osasuna (1-0).

El Deportivo fue el otro gran beneficiado de la jornada, pues ganó al Espanyol en Riazor (2-0) y abandona la zona de peligro, a la que regresa el Zaragoza, que cayó en casa ante un Athletic Club (1-2) que perdía por la mínima cuando restaban diez minutos para la finalización del encuentro.

A la espera de que el Mallorca juegue esta noche contra el Betis en Son Moix, el Celta es penúltimo, pero se convertiría de nuevo en el colista de Primera División si los bermellones ganan. En ese caso, los mallorquines sumarían un punto más que los celestes, que se mantienen con 31.

Si el Mallorca derrota al Betis, el equipo vigués estaría obligado a realizar un reto titánico: ganar dos partidos seguidos, algo que solamente ha conseguido en una ocasión en este curso, y esperar el tropiezo de todos sus contrincantes.

La primera muralla que ha de superar el equipo de Abel Resino es el Valladolid, al que visita el domingo. Los de Djukic carecen de alicientes en la clasificación, donde se mantienen en una cómoda decimotercera plaza, con 43 puntos. Es el único recién ascendido que ya tiene asegurada la permanencia en la máxima categoría. Aunque nada se juega ya, opondrá gran resistencia, como demostró hace una semana ante el Deportivo, al que derrotó por la mínima (1-0), ante la desilusión de varios miles de seguidores coruñeses que acompañaron a su equipo en el desplazamiento a Zorrilla.

El celtismo también prepara un viaje masivo a la capital castellana. Para el traslado de los aficionados, el alcalde de Vigo ha prometido un servicio gratuito de autobuses. Peñas como Irmandiños 1923 han anunciado su presencia, a pesar de que las posibilidades de evitar el descenso son mínimas. Una derrota ante los vallisoletanos certificaría la despedida del Celta a la máxima categoría, a la que volvió el verano pasado tras un lustro en Segunda.

La Liga ha fijado para el último domingo de mayo y a la misma hora (ocho de la tarde) el comienzo de los partidos de todos los involucrados en el descenso. En caso de sumar tres puntos en Zorrilla, el Celta tendría que esperar el tropiezo de al menos tres de sus cuatro rivales por la permanencia: Osasuna recibe al Sevilla, el Deportivo se desplaza a Málaga, el Zaragoza juega en casa del Betis y el Mallorca visita el Vicente Calderón.

En caso de una derrota masiva de sus adversarios, el Celta, ganando en Zorrilla, se presentaría con opciones de salvación a la última jornada de Liga, que cierra en Balaídos ante un Espanyol que ayer dijo adiós a sus ilusiones por alcanzar un puesto para disputar la Liga Europa.

Los de Abel Resino continúan en manos de los rivales que también intentan evitar el descenso.

Con el triunfo del Deportivo ayer, a los célticos ya no les vale un empate en Zorrilla, pues los coruñeses les superan ahora en cuatro puntos. Además, en caso de empate, los blanquiazules tendrían a favor el golaverage particular, pues empataron en la primera vuelta en Balaídos (1-1) y resurgieron de sus cenizas al vencer en Riazor (3-1).

El Celta tendrá que resignarse al descenso el próximo fin de semana si Osasuna vence ante su público a un Sevilla que todavía pelea por disputar la Liga Europa y el Deportivo saca los tres puntos en su visita a La Rosaleda ante un Málaga que todavía tiene que asegurarse una plaza para la competición europea.

Si los célticos se presentan con 34 puntos en la última jornada, tendrán la posibilidad de evitar un descenso que se ha puesto más cerca.

Vuelta al trabajo. La plantilla del Celta regresa hoy al trabajo tras disfrutar de una jornada de descanso. Abel Resino ha cambiado el entrenamiento matinal en A Madroa por un partidillo en Balaídos contra jugadores del filial y el juvenil. Este ensayo se disputará a partir de las 18.30 horas. El entrenador toledano comenzará a probar la defensa que presentará ante el Valladolid, pues en esa cita no estarán Vila y Jony.

Enfermería. La semana se ha cerrado con la enfermería llena, pues hasta siete futbolistas no participaron en los entrenamientos. Mallo, Sergio y Bermejo se recuperan de sus operaciones. Park se fracturó un dedo del pie derecho; Augusto sufre un traumatismo en un dedo del pie izquierdo; mientras que Lago y Vila arrastran sobrecargas musculares.