Mario Bermejo no pierde la sonrisa en los malos momentos. El cántabro abandonó ayer al mediodía el Hospital Nuestra Señora de Fátima con las vistas puestas ya en noviembre, mes en el que espera volver a vestir el azul celeste de la camiseta del Celta una vez haya completado con éxito el proceso de recuperación de la rotura completa del ligamento cruzado anterior y la rotura radial del menisco externo de su rodilla izquierda.

"Me quedan cinco meses y veintisiete días para reaparecer", señalaba Bermejo, que comenzará ya el lunes los ejercicios de fisioterapia en las instalaciones deportivas de A Madroa. El cántabro considera, que dentro de la desgracia que le ha tocado vivir, el aspecto positivo es que la lesión se haya producido con el verano a punto de llegar. "Como mucho me perderé tres meses de competición, me viene muy bien, estaré en Vigo todo el verano porque así recorto en la recuperación, estaré centrado única y exclusivamente en eso", dijo.

La fortaleza mental que está demostrando es también un aval para confiar en una satisfactoria vuelta a los terrenos de juego del delantero, que observa el futuro con optimismo pese a reconocer que pasó momentos muy difíciles el día de la lesión, en el partido adelantado ante el Atlético de Madrid el miércoles de la semana pasada en Balaídos.

"Ese día estaba muy mal, hundido, se me vinieron bastantes cosas a la cabeza pero al día siguiente todo eso pasó, empecé a pensar en todo lo positivo que me queda por vivir y por lo que hay que pelear, ése ha sido el sino de mi carrera y de mi vida y hay que seguir haciéndolo hasta que aguante el cuerpo", destacó.

El cántabro indicó que todavía tiene cuerda para rato y que volverá en perfectas condiciones a los terrenos de juego para seguir incrementando su cuenta goleadora, especialmente con su pierna dañada, bromeaba Bermejo. "Es la de la 'bermejinha', con lo cual hay que cuidarla bien que todavía le quedan muchos goles que hacer. Quiero recuperarme pronto porque sé que voy a disfrutar del fútbol durante bastante tiempo, tengo mucho ánimo y sé que va a ser así. Si pudiera me iba a A Madroa ya mismo", proclamó.

Asimismo, Bermejo volvió a agradecer el cariño tanto a los aficionados como a la directiva en estos momentos tan complicados, confirmando que sus representantes ya han comenzado a negociar los términos de su renovación con el Celta, "para la que seguro no habrá problemas", confiando en una rápida resolución.

"Aquí me lo han dado todo desde que llegué y en los momentos malos, que es en los que realmente se ve quién está detrás de ti, ha habido más apoyo que en los buenos. En ese sentido, solo puedo agradecer un millón de veces el trato que me han dado todos. Espero devolverles con mi trabajo el cariño de estos días", afirmó.

El ariete no se olvidó tampoco de sus compañeros y de la complicada tarea que le espera al Celta para intentar continuar en la máxima categoría. Bermejo confía "en que podamos ganar estos dos partidos para exprimir las posibilidades de permanencia hasta el final", algo que él tendrá que ver desde la barrera, siendo "lo que más rabia le da" pero promete hacer lo que esté en su mano para "dar ánimos desde mi sitio" a sus compañeros en esta difícil situación. Hay Bermejo para rato.