El Olivo visita este domingo (12.00) al Girona en Fontajau. Ida de la primera eliminatoria de la fase de ascenso a Primera División, a la que el conjunto vigués quiere regresar un año después de su experiencia iniciática. El reto le exige superar dos rondas. En el horizonte, el vencedor del duelo Torrejón-Añorga.

Sobre la cancha catalana, la igualdad en efectivos que marca el reglamento. Clo, con rotura de fibras y que espera reaparecer en la vuelta, es la única baja del Olivo. Pero la contienda numérica atañe también a lo financiero y ahí el Girona golea de antemano. La escuadra femenina forma parte de la estructura del club de la Segunda masculina y tiene 600.000 euros de presupuesto. La directiva gerundense, según dicen, elevará esa aportación al millón redondo si las chicas ascienden. El Olivo se maneja con 125.000 para alimentar sus cinco equipos. Tal es la magnitud del reto.

El Olivo ha reunido lo justo para el viaje en avión, con vuelo "low cost". De clasificarse para la segunda eliminatoria, no sabrían cómo pagarlo. Y eso que ajustan al máximo los costes. Cada jugadora cobra 25 euros por victoria. A las de fuera (Tui, Pontevedra, Martín y Bueu) se les paga la gasolina. Entre unos conceptos y otros se les van 3.000 euros más. Tan poco y a la vez tanto.

Juan Carlos Padín, el eterno delegado, echa cuentas y remueve las calles en busca de ayudas. Y no oculta su sueño. Hace tres temporadas le propuso al Celta que absorbiese la escuadra femenina (todos los equipos de Primera tienen una salvo el Real Madrid, que tiene como club vinculado al Alcorcón). Su interlocutor fue el director deportivo, Miguel Torrecilla, que no aceptó. El Olivo no descarta volver a intentarlo este verano.