No solo en Fátima ocurren milagros. Al otro lado de la "raia" hay otra localidad en la que lo aparantemente imposible se convierte en realidad. Se trata de Paços de Ferreira, municipio de poco más de 50.000 habitantes en el que su equipo de fútbol, el Futebol Clube Paços de Ferreira, acaba de conseguir el billete para la fase previa de la próxima edición de la Liga de Campeones gracias a su tercer puesto en la clasificación de la Liga portuguesa, solo por detrás de los todopoderosos Porto y Benfica, que este próximo domingo se juegan el título.

Los "castores" (mote por el que se les conoce debido a la intensa relación de la ciudad con la industria de los muebles de madera) han obrado lo que parecía impensable para uno de los clubes más modestos de Portugal, con un presupuesto de poco más de tres millones de euros, gastándose una media de 3.000 euros mensuales de media por jugador. Su terreno de juego, el Estadio da Mata Real, apenas tiene capacidad para 5.500 espectadores y suele presentar una afluencia media de 3.000, lo que obligará al club, salvo remodelación, a disputar la competición europea en Guimaraes, tal y como ocurrió en sus dos incursiones en la Europa League en las temporadas 2007/2008 y 2009/2010.

Paulo Gonçalves, secretario técnico del Paços, reconoce que hay factores decisivos que han influido en el milagro: "Es un club cumplidor, paga puntualmente, da estabilidad a sus profesionales, hizo buenos fichajes de jugadores que estaban en segunda división y forma una familia auténtica, con entendimiento".

Al mando de la plantilla, está Paulo Fonseca, que a sus 40 años, cogió las riendas del equipo esta misma temporada. El entrenador nacido en Mozambique destaca "la estabilidad para trabajar" en Paços. Allí, ha conseguido transformar a un equipo diseñado para evitar descender a segunda división en uno de los más rocosos de la categoría, ya que solo ha sido derrotado esta temporada en tres ocasiones, dos ante el Benfica y una ante el Porto, recibiendo 27 goles en 29 jornadas.

"Hemos batido todos los récords del club, terminando en tercer lugar por encima de equipos como Braga o Sporting de Portugal (con 15 y 40 millones de presupuesto respectivamente), fue realmente fantástico, es una diferencia muy grande de presupuestos y plantilla, no hay comparación posible. La otra cosa que conseguimos demostrar es que los equipos pequeños también pueden practicar fútbol de calidad. Jugamos siempre de la misma forma, somos los que más posesión de balón tenemos por detrás de Porto y Benfica, salimos igual sea en casa, fuera o el rival que esté enfrente. Se demuestra que podemos tener una actitud vencedora practicando un fútbol de calidad", destaca Fonseca.

En una plantilla con claro acento lusófono (Portugal, Brasil, Guinea-Bissau o Cabo Verde), la excepción la pone el peruano Paolo Hurtado, uno de los artífices en los éxitos del Paços, que aceptó una oferta del club a pesar de ofrecerle mucho menos salario que el que tenía en el Alianza de Lima, aunque con la garantía de cobrarlo. La clave más importante para alcanzar este éxito según el técnico ha sido "la unión, hemos conseguido crear un grupo fantástico, en el que los jugadores han sido realmente ambiciosos". El Paços tuvo que sobreponerse además a la marcha a mitad de temporada de uno de sus mejores jugadores, Vitorino Antunes, que fichó por el Málaga para suplir la marcha de Nacho Monreal. "Fue difícil para nosotros perderlo, era un jugador importantísimo en nuestra estructura", señala el técnico.

En verano será tiempo de rumores y movimientos en la plantilla. Fonseca, que seguirá salvo sorpresa al frente, tiene claro que no va a ser nada fácil mantener la plantilla actual, ya que"los jugadores están muy valorados". Algo a lo que ya están acostumbrados, ya que en los últimos años en sus filas, además de Antunes, han militado jugadores como Melgarejo, titular el miércoles con el Benfica en la final de la Europa League, o Pizzi, que milita en el Deportivo.

Por eso, si algo tienen claro tanto el técnico como los responsables de la entidad lusa es que este éxito no va a variar un ápice la política que se viene siguiendo, ya que hay que "encarar el futuro con estabilidad".

"Construiremos un equipo nuevo pero sin huir de lo que hace el club, buscando jugadores en las categorías inferiores y portugueses", confirma Fonseca, que añade: "Vamos a seguir el mismo camino porque la entrada en Liga de Campeones va a ser difícil".

Sin embargo, como se ha demostrado, en Paços de Ferreira, los milagros sí pueden existir.