Mario Bermejo pidió un día más de hospitalización del previsto en un principio, después de someterse el martes a una intervención quirúrgica para que el doctor Juan José García Cota le arreglase la rodilla izquierda que se rompió durante un mal apoyo al poco de entrar en el campo en el partido contra el Atlético de Madrid. El club anunció que el delantero cántabro tiene previsto abandonar el Hospital Vithas Nuestra Señora de Fátima en torno a la una de esta tarde. Durante el fin de semana, el futbolista tiene pensado acudir a A Madroa para iniciar una recuperación que se prolongará al menos seis meses.

La rapidez con que Bermejo podrá realizar diversos ejercicios en el gimnasio de las instalaciones deportivas del Celta obedece a que García Cota realizó una intervención quirúrgica poco agresiva. La astroscopia que se le practicó al jugador del Celta exige realizar una pequeña incisión en la rodilla. Con esta técnica poco invasiva también se pudo comprobar la rotura completa del ligamento cruzado anterior y la rotura radial del menisco externo de la articulación izquierda de Bermejo.

"Todo salió según lo esperado. Se le realizó una meniscectomía parcial externa y un implante de plastia autóloga del ligamento cruzado anterior, que se extrajo de los isquiotibiales. No hubo ninguna complicación", comentó el jefe de los servicios médicos del Celta tras concluir una operación que se prolongó por espacio de hora y media, aproximadamente.

Bermejo, de 34 años, confía en su total recuperación para volver a jugar en el Celta, que se ha comprometido a renovarle el contrato que finaliza el 30 de junio. Antes de pasar por el quirófano, el cántabro proclamó que no quiere despedirse de su deporte favorito desde una camilla y que pondrá el trabajo necesario en recuperarse de la rodilla.

Es el tercer jugador de la plantilla que sufre una lesión grave de rodilla durante esta temporada. Anteriormente fueron Samuel Llorca y Hugo Mallo los que se pusieron en manos del doctor García Cota para que les repusiese los ligamentos dañados. Como también se hizo con Oubiña, Bermejo ha sido su propio donante para reparar el cordón fibroso que se destrozó cuando un mal apoyo le obligó a poner pie en tierra y solicitar ayuda de los asistentes. Ahora, comienza la cuenta atrás para recuperarse.