El Celta no se da por vencido en su empeño de permanecer en Primera División.Aunque la situación del cuadro celeste, que ya no depende de sí mismo para conservar la categoría, es crítica, todos los estamentos del club -jugadores, cuerpo técnico, directivos y afición- se aferran a la calculadora como último recurso pensando en el difícil calendario que tienen que afrontar algunos de sus rivales.

El principal problema del Celta en este dramático sprint final por la salvación es que el conjunto de Abel Resino ya ha gastado una bala más que todos sus rivales, que disponen de un partido más para engordar su casillero, el que el equipo vigués perdió contra el Atlético de Madrid adelantado de la trigésimo sexta jornada por culpa de la final de la Copa del Rey. Esto significa que si todos los equipos, incluido el colista, Mallorca, sumasen un pleno, concluiría la Liga en último lugar.

Si el Celta no gana ningún partido o pierde un partido y empata otro, sería también equipo de Segunda División. Las opciones de los celestes empiezan por ganar al menos uno de los dos partidos que todavía tiene por delante. Aunque matemáticamente posible, este supuesto sería harto improbable, pues excluye al Granada y al Osasuna de la ecuación y estaría supeditado a que Deportivo y Zaragoza se quedasen prácticamente anclados en su actual posición.

En este remoto supuesto, el horizonte de la permanencia estaría en los 34 puntos, algo que nunca ha sucedido desde que se implantaron los tres puntos por victoria en la temporada 1995-96. Para que el Celta se salvase sumando una sola victoria, el Deportivo tendría que sumar dos puntos o menos, el Zaragoza sumar dos derrotas y el Mallorca podría sumar como máximo cinco puntos. El Celta saldría beneficiado de cualquier triple empate en el que también esté incluido el Zaragoza. Un cuádruple empate, en cambio, no bastaría a los celestes para salvarse.

En la hipótesis de que los celestes sumasen cuatro puntos, esto es, que ganasen un partido y empatasen otro, el Zaragoza tendría que sumar un punto como máximo y el Deportivo un máximo de tres. El Mallorca podría sumar, como mucho seis. El Celta saldría airoso de un triple empate con Deportivo y Zaragoza y con Zaragoza y Mallorca. Como en el caso anterior, el cuádruple empate excluiría al equipo vigués.

Las posibilidades de salvación se incrementarían de modo considerable si el Celta es capaz de sumar los seis puntos que restan, es decir, si derrota al Valladolid y al Espanyol en las últimas dos jornadas. En este caso, tanto el Osasuna como el Granada se verían incluidos en la pelea. Claro que para ello tendrían que sumar un máximo de un punto cada uno. Y aunque los dos se enfrentan entre sí en la próxima jornada de Liga, parece difícil que se queden anclados en los 37 puntos. La esperanza del Celta es el difícil calendario que tiene que afrontar tanto granadinos como navarros, pues el Osasuna recibe luego al Sevilla y cierra la Liga en el Santiago Bernabéu y el Granada vista Mestalla y acaba el torneo en Los Cármenes contra el Getafe. Teóricamente todos los rivales de ambos aspiran a entrar aún en Europa o en la Liga de Campeones.

El difícil calendario de Osasuna y Mallorca contrasta con el más asequible, sobre el papel, del Zaragoza, que es el único equipo de los involucrados en la lucha por eludir el descenso al que el Celta le ha ganado dos partidos.