Si el descenso del Celta se consuma, como apuntan todos los indicios, el equipo celeste habrá sido noqueado a los puntos. El símil boxístico hace referencia a las dificultades que el Celta ha tenido para inclinar a su favor partidos que estaban igualados o que el conjunto vigués dominó claramente, sobre todo en la parte inicial de la temporada.

Los números son muy claros al respecto. Catorce de las veintiuna derrotas cedidas hasta la fecha por el Celta se han ventilado por un solo gol de diferencia. Esto significa que en dos tercios de los encuentros que se han perdido se han decidido por pequeños detalles, pero casi siempre de forma desfavorable a los celestes, que han tenido evidentes dificultades para competir en condiciones de igualdad. Nueve partidos se le han escapado al Celta por 1-0 (Málaga, Athletic, Atlético, Betis, en dos ocasiones, Espanyol, Osasuna, Valencia y Mallorca, cinco por 2-1 (Real Sociedad, Valencia, Granada y Real Madrid) y uno por 3-2 (Rayo Vallecano). De haber empatado apenas la mitad de los partidos que ha perdido por la mínima, el Celta estaría prácticamente salvado. Del mismo modo, la mayor parte de sus victorias (cinco de ocho) se ha saldado por la mínima.