Quique de Lucas se mostró ayer indignado con el arbitraje de Teixeira Vitienes, que anuló un gol legal a Andrés Túñez que podría haber significado el empate. El futbolista catalán no solo censuró el arbitraje del colegiado cántabro en el Benito Villamarín, sino que cargó duramente contra el estamento que dirige Vitoriano SánchezArminio. "Habría que investigar las apuestas que hacen los árbitros", espetó el atacante celeste en referencia a los jugadores del Levante que están siendo investigados por la Fiscalía por el supuesto apaño del partido contra el Deportivo. Y a continuación invitó al presidente del Comité Nacional de Árbitros a actuar o dimitir. "Sánchez Arminio tiene que espabilar. Si no se ve capacitado para acabar con este tipo de situaciones, debería dar paso a gente nueva", sentenció.

Quique de Lucas expresó abiertamente su malestar por el gol legal anulado ayer al Celta y recordó que los errores de los colegiados han perjudicado gravemente al equipo vigués en el momento decisivo de la temporada. "Estamos molestos porque llueve sobre mojado en nuestro caso. Nos ha penalizado mucho el gol anulado, ha sido de juzgado de guardia. Se habla mucho de los futbolistas y sus actuaciones y habría también que enjuiciar a los árbitros. Ha anulado un gol legal que ha sido decisivo", protestó.

El jugador celeste destacó que el Celta hizo lo que estaba a su alcance para intentar ganar un partido en el que mereció mejor suerte y pidió que se castigase a Teixeira Vitienes sin arbitrar por algún tiempo. "Nosotros tenemos la conciencia tranquila. Hemos jugado a cuarenta grados, que es una barbaridad. Es una pena que el trabajo que hemos hecho no se vea reflejado ni premiado por esa jugada", declaró De Lucas. Y remachó: "El señor Arminio tiene que tomar cartas en el asunto. Y no sé si nevera o no, pero unas vacaciones anticipadas se las podía dar a este árbitro". Añadió el atacante que se dirigió al juez de línea para preguntarle que había pitado y éste le replicó que había señalado fuera de juego.

El atacante celeste, que ayer entró en el segundo tiempo en sustitución de Fabián Orellana, se negó por otra parte a dar al Celta por descendido mientras exista una mínima posibilidad de salvación, es decir, mientras el descenso no sea una realidad matemática. "Matemáticamente no estamos en Segunda División. Los demás rivales tienen que jugar y ganar sus partidos, hay enfrentamientos directos y tenemos algún golaverage ganado", subrayó.