El Academia Octavio ve un poco de luz en su complicado camino hacia la salvación. La derrota de ayer por la noche del Guadalajara -el equipo al que aspiran a cazar en la clasificación- en la pista del Granollers devuelve un poco de esperanza a los vigueses. Pero todo pasa por ganar esta tarde en Aranda. No hay otro camino. El calendario de los vigueses en las jornadas que restan podría parecer más sencillo que el de los manchegos, pero la pelea depende de que hoy sean capaces de situarse a un solo punto de ellos y tratar de dar el salto en las dos jornadas que restarían para el final de Liga. Si los académicos regresan a Vigo a tres puntos de diferencia con cuatro por jugar, sería complicado sentir el mínimo arrebato optimista.

El partido de esta tarde es una verdadera final para el grupo que entrena Quique Domínguez, un equipo que a lo largo de las últimas dos semanas -el pasado fin de semana no hubo Liga- ha tenido que reconstruir su ánimo después del terrible derrota en el derbi ante el Cangas en As Travesas que supuso la casi salvación del Frigoríficos. Los de Pillo están solo dos puntos por encima del Octavio, pero nadie duda de que su calendario es el más sencillo de los que tres que ahora mismo pelean por no ser el compañero de viaje del Palma del Río. La ecuación es sencilla.

En ese sentido el Academia Octavio siente que ha recobrado fuerza en los últimos días y ayer en el hotel de concentración en Aranda se celebró de forma moderada la derrota de los manchegos.

El encuentro de esta tarde no va a ser sencillo porque el Villa de Aranda, en su primera experiencia en la máxima categoría, ha cuajado una buena temporada y en su pista son un rival realmente temible. Enfrente del Octavio estará un viejo conocido: el meta rosaleiro Javi Díaz que hace unos días prolongó su relación contractual con los burgaleses.

La mejor noticia para el Octavio es que al fin tendrá en plenas condiciones a su joven central Pablo Cacheda que después de lesionarse en un torneo con la selección española junior no ha podido jugar de nuevo en plenitud de condiciones. Se perdió la visita al Puerto Sagunto y contra el Cangas jugó evidentemente disminuido. El equipo lo pagó de forma evidente. Hoy volverá a estar al frente de las operaciones del Octavio y en gran medida el destino del equipo dependerá de su comportamiento. Por lo demás el resto de la plantilla se encuentra bien.