- ¿Cómo le quedó el cuerpo tras la derrota ante el Atlético de Madrid?

- Ha pasado el día... y no sé de qué madera estamos hechos los porteros, pero ya he olvidado el partido. Mi mente está centrada ahora mismo en el partido contra el Betis. Es verdad que contábamos con sacar un buen resultado ante el Atlético de Madrid, sobre todo porque era en casa y ante nuestra afición, pero el pasado no se puede cambiar y hay que mirar de frente. Quedan tres partidos de Liga, el más importante ahora es el del Betis y con una victoria seguramente miraríamos las cosas de otra manera.

- El Celta dio la sensación de impotencia, de que el Atlético era un muro infranqueable.

- Quizás por el potencial que posee el rival. En la primera parte jugamos bien, muy juntos y los maniatamos, teniendo alguna que otra ocasión. Pero un gol en los primeros cinco minutos del segundo tiempo hizo que fuésemos hacia arriba. Y así, con más espacios, el Atlético de Madrid se siente a gusto. Entonces, el Celta tuvo muchas imprecisiones. Pero, bueno, hay que intentar olvidarlo lo más rápido posible. Por mi parte, está olvidado y solamente pienso en el partido que nos enfrentará al Betis.

- Habla de imprecisiones. ¿Quizás la presión vaya en aumento a medida que pasan las jornadas?

- No. A estas alturas del campeonato, en la situación en la que te encuentras, no puede existir presión. Estás metido ahí abajo y lo que tiene que haber es ilusión por intentar sacarlo adelante. Hay más presión para el que puede estar al borde del precipicio que para el que está abajo en la tabla y mira hacia arriba. No hay que sentir esa presión, sino tener ilusión por intentar darle la vuelta a la situación.

- Imagino que se preguntó en algún momento qué le ha sucedido al Celta en esta Liga. ¿Dónde pueden encontrarse los fallos del equipo?

- Es evidente que el bagaje del equipo fuera de casa ha sido malo. Pero haciendo un análisis profundo, creo que el equipo no ha sabido empatar. Hay muchos partidos que hemos perdidos por 1-0, unos nueve, creo. Y si de esos empatas tres o cuatro, ahora estarías en una situación totalmente diferente a la actual.

- ¿Se debe achacar esto, quizás, a la inexperiencia de la plantilla del Celta?

- No creo. Si hubiera sido por eso, no habríamos sacado buenos resultados en casa. El equipo se adaptó bien. Solamente pasó que fuera de casa no ganaba. Se sentía más cómodo en casa. Ahora quedan dos partidos fuera, si consigues dos victorias puedes alcanzar unos números aceptables para la clasificación. Estamos a tiempo de corregirlo. El equipo sabe cuál es el camino para conseguir esos resultados.

- ¿A qué métodos recurren para reponerse con tanta rapidez de golpes como el del Atlético?

- Cada uno tiene el suyo. Yo intento olvidar rápidamente lo que ha sucedido, porque el pasado no se puede cambiar. Hay que mirar al futuro, venir a entrenar con alegría, con actitud positiva, y ponerse las pilas porque el domingo tenemos un nuevo partido. En ese sentido, el vestuario sabe que el domingo es un partido importante y que después tenemos quince días para preparar los otros dos encuentros que faltan. Creo que mañana (por hoy) ya estará olvidado este varapalo.

- Les espera un Betis que está peleando por clasificarse para la competición europea.

- Sí, pero no tiene que tener más ambición el Betis que el Celta, en este caso. Nosotros también estamos peleando por un objetivo importante, y la ilusión y el objetivo del Celta deben ser superiores a los del Betis.

- Otra oportunidad de jugar en Sevilla. ¿Es especial para usted este partido?

- Es volver a casa, volver a ver a la familia y a los amigos, pero solo voy a luchar por los tres puntos del Celta, que son importantes para nuestra salvación.

- Pero para un sevillista, se trata de un enfrentamiento contra el eterno rival y eso le da otra dimensión al enfrentamiento, ¿no?

- Sí, pero no voy con ese ánimo de revancha. Voy defendiendo un club, una ciudad y un escudo y, en este caso, voy como un celtista.

- A pesar de la derrota ante el Atlético de Madrid, la afición se quedó unos minutos tras el partido para despedir al Celta con aplausos. ¿Se lo esperaba?

- Jamás viví eso. Primero, jamás viví esta situación (de luchar por la permanencia) y lo de la afición es para ponerse de rodillas ante ella. Si la previa es bonita por cómo nos reciben al llegar en el autobús al estadio...,en la despedida, que te reconozcan que el equipo lo da todo y que te aplaudan así..., no hay palabras para describirlo. Ellos sufren igual que nosotros y se merecen que el Celta siga en Primera División.

- En ese caso, ¿da más rabia perder?

- Sí, mucha. Además, si el futbolista se siente dolido por perder, más rabia siente porque no puede darle a la afición todo lo que merece, devolverle todo lo que nos está dando durante el año.

- ¿Duele también la lesion de un compañero como Mario Bermejo?

- Sí porque Mario es un hombre muy querido en el vestuario, en el club, en la ciudad. Pero si hay alguien fuerte en ese vestuario, es él. Todos vamos a estar con él, le vamos a ayudar.

- Y en la situación del Celta, ¿molesta que el presidente del Getafe anuncie el fichaje de Roberto Lago para la próxima temporada?

- Roberto sigue demostrando cada fin de semana su compromiso con el Celta, con el club y con la afición. Él es celtista desde pequeño, el primer involucrado en ese vestuario cuando hay que resolver problemas, y nadie puede dudar de su profesionalidad. En el vestuario no se duda de Roberto porque ha demostrado que es un gran profesional.

- Y en cuanto a su futuro (acaba su cesión en junio), ¿tiene claro qué hará cuando finalice la temporada?

- Mi futuro pasa por ganar el domingo en el campo del Betis. Después, quedarán dos partidos más de Liga. Lo único que quiero es ir partido a partido. Ese es mi único futuro, de momento. Cuando acabe el año se valorarán muchas cosas.

- ¿Le gustaría seguir un año más en Vigo?

- No es una opción que dependa solamente de mí. La opción la tiene el Sevilla y ahora mismo no quiero plantearme el futuro. Tan solo quiero pensar en el partido del domingo y conseguir los tres puntos en juego contra el Betis.