Sólo cabe un gallego en el disputa del play-off por el título de la Liga Fertiberia de Fútbol Indoor. El Celta depende de sí mismo para lograr el último billete que queda por asignar para la fase final de la competición. Los hombres de Moncho Carnero están obligados a puntuar frente al Real Valladolid, revelación del torneo, para no decir adiós a la temporada y permitir al eterno rival, el Deportivo, enfrentarse ante el Real Madrid en cuartos de final.
La gran baza del equipo vigués es que regresa a As Travesas. Esta temporada sólo jugó un partido en el Central y el resultado volvió a ser favorable para los celestes. El fortín vigués deberá recuperar el ambiente de las grandes citas. La derrota es lo único que no beneficia a los intereses de los pupilos de Moncho Carnero. Una victoria e incluso un empate significarían sellar el pase a unos cuartos de final que se disputarán ante una de las potencias de la competición, el Real Madrid. Además, el choque de cuartos de final se celebraría en la ciudad olívica.
Moncho Carnero cuenta con su bloque habitual para el duelo vital ante el Valladolid. El objetivo es repetir la imagen mostrada en el partido inaugural. Por aquel entonces se venció sin problemas al Málaga (9-4). Después vinieron los tropiezos ante el Deportivo en Riazor (12-7) y frente al FC Porto (6-11), gran favorito a conquistar este año la Liga Fertiberia de Fútbol Indoor. Esta tarde estará enfrente el Real Valladolid. El conjunto pucelano es una de las revelaciones de la temporada. Llega a Vigo con el pase al play-off bajo el brazo y su único premio en caso de asaltar As Travesas sería terminar la fase regular como líder de grupo.
El Celta se la juega. El equipo vigués toca el play-off por el título con la punta de las dedos. Un punto es la distancia que separa a los hombres de Moncho Carnero de meterse en unos cuartos de final que se disputarían en Vigo ante el Real Madrid. Sería el momento ideal para vengarse de la eliminación de la pasada temporada (los merengues vencieron a los celestes en semifinales) y supondría la ratificación del Celta como una de las potencias del fútbol indoor nacional.
