El capitán del Celta de Vigo, Borja Oubiña, ha reconocido este jueves que su equipo ha quedado en una situación "muy difícil" tras perder anoche ante el Atlético de Madrid (1-3), pero al mismo tiempo ha dejado claro que el vestuario celeste "no se va rendir" en su pelea por eludir el descenso.

"Hay que aguantar, sacrificarse y luchar hasta el final, no queda otra. Hay mucha gente que está convencida de que todavía hay opciones y hay que apurarlas hasta el final. Este equipo no se va a rendir ni tiene derecho a rendirse. Hasta que no acabe la temporada el equipo no va a bajar los brazos", ha declarado el mediocentro gallego en rueda de prensa.

Además, el mediocentro gallego ha reconocido que el conjunto dirigido por el argentino Diego Pablo Simeone fue muy superior al Celta ayer, un rival del que ha destacado su fortaleza física y defensiva.

"En la primera parte estuvimos bien pero la sensación era de que no éramos capaces de hacerle mucho daño porque es un equipo que juega muy parado, que es muy sólido y agresivo. Se puede perder pero hay que estar los noventa minutos concentrados, no podemos permitirnos bajar los brazos", ha apuntado.

"El Atlético es un martillo. Es un equipo que mentalmente te va minando porque no eres capaz de hacerle daño. Ayer nos faltó algo de fútbol, de tranquilidad porque el Atlético juega a que tú te equivoques y eso se nota", ha agregado.

Finalmente, el capitán celeste ha señalado que el Celta viajará a Sevilla, donde lo espera el Betis, "a por todas" porque, a su entender, el apoyo de la afición no le permite otra cosa.

"Desde que acabó el partido de ayer, la gente está súper mentalizada de intentar el domingo hacer las cosas bien y traer puntos para seguir hasta el final. Evidentemente la situación no es buena, pero el deporte es caerse y levantarse. Si hay alguien que se merece que sigamos trabajando hasta el final es la afición", ha concluido.