El Celta juvenil quiere seguir en la nube, y esta tarde buscará, a partir de las 17.00 horas en el Estadio de Balaídos, la segunda final de la Copa Campeones de su historia. Enfrente estará un Villarreal que llegó en silencio a la fase, pero que ahora aspira a todo después de eliminar en cuartos al Atlético de Madrid.

Los vigueses han tenido muy poco tiempo para disfrutar la victoria ante el Real Madrid. Los jugadores descansaron el martes por la mañana y por la tarde volvieron a A Madroa para comenzar a preparar el partido de esta tarde. Dos días de entrenamiento en donde el entrenador, David de Dios, le ha explicado a sus jugadores cómo hay que hacer para derrotar al conjunto valenciano..

Lo que está claro es que a estas alturas el Celta no va a renunciar al estilo de juego que utilizó a lo largo de toda la temporada. Todo pasa por buscar la portería contraria desde el primer minuto de juego y no especular con el resultado, de ahí los 106 goles que lleva marcados desde que comenzara la temporada en septiembre.

La única duda es conocer la respuesta en un campo como Balaídos. Los célticos llevan toda la temporada jugando en hierba sintética, con la diferencia que supone en el toque de balón con respecto a la natural. Con la lluvia caída, A Madroa es un terreno de juego muy rápido, mientras que Balaídos albergó ayer el partido entre el primer equipo y el Atlético y esta misma mañana acoge el primer partido de semifinales. Otro aspecto a tener en cuenta son las mayores dimensiones del terreno de juego.

David de Dios, entrenador de los vigueses, indica: "No sé si nos afectará. En este aspecto los dos equipos estamos al cincuenta por ciento, ya que ellos también juegan en un campo de hierba sintética. Jugar en Balaídos es un premio para todos y vamos a disfrutarlo. Nosotros vamos a ser fieles a nuestro estilo y aunque sabemos que vamos a sufrir, intentaremos sacar el encuentro adelante".

"Es un partido mucho más complicado que el del Real Madrid.", advierte el técnico. "Sabías a lo que ellos venían y cómo afrontar el partido, pero ante el Villarreal va a ser totalmente diferente. Posiblemente ellos nos van a dejar el balón y nosotros llevemos el peso del encuentro. Será un partido muy parecido al del Las Palmas ante el Barça. En tres contras acabaron con el partido. Deberemos tener mucha paciencia y tranquilidad. No será bueno que salgamos a lo loco como ante el Real Madrid, cuando en los primeros minutos llegamos seis veces a puerta. La eliminatoria está al cincuenta por ciento y posiblemente se resuelva en alguna contra".

El técnico del Celta se queda sin palabras cuando habla de los aficionados que el lunes acudieron a A Madroa. "Fue espectacular ver como se abrían las taquillas a las nueve de la mañana y media hora más tarde ya no había entradas para nuestro partido. Estuvieron allí, mojándose y no cesaron de animar al equipo. El partido nos sirvió para quitarnos esa presión de encima. Fue como si aprobáramos el examen. Ojalá hubiera 30.000 aficionados en Balaídos para animar al equipo. Me alegría que los aficionados acudieran y estuvieran con los chicos. Seguro que se lo van a pasar bien".