Un gol de Álvaro Fernández, a los ocho minutos de juego, llevó al Villarreal a las semifinales eliminando al Atlético de Madrid. El cuadro colchonero llevó el peso del encuentro, pero no fue capaz de encontrar la portería valenciana.

El Villarreal llegó a A Madroa con la lección bien aprendida. Juntitos en defensa, sin complicarse la vida, lo importante era que el balón estuviera lo más lejos posible de su área, y lo cierto es que lo consiguieron. En ataque confiaban en una contra para llegar con peligro. Todo cambió con el tempranero gol de Álvaro.

El Atlético llevó el peso, dominaba el centro del campo y conseguía llegar a la frontal del área, pero no pasaba de ahí. Los valencianos tenían las líneas muy juntas y no dejaban que los madrileños controlaran el balón.

En la segunda parte la presión y el dominio del Atlético de Madrid fue total y constante. El Villarreal se encontraba cómodo en las labores defensivas. La ocasión más clara para el equipo de Roberto Fresnedoso llegó a quince minutos para la conclusión del encuentro, cuando Jonthan Ortiz conectó un potente disparo que se fue a estrellar en el travesaño.

El Villarreal también tuvo sus oportunidades para sentenciar el encuentro, siempre por despistes defensivos. La defensa rojiblanca se entretenía demasiado a la hora de iniciar la jugada y la presión de los hombres más adelantados del Villarreal le permitió robar varios balones que no supieron aprovechar, con Galas como protagonista.

En los minutos finales el Atlético no cedió en la presión sobre el Villarreal, pero no fue capaz de empatar el encuentro forzando el tiempo extra y cayó eliminado.