El equipo brasileño de piragüismo espera con ansias la llegada de David Cal y su entrenador Suso Morlán en las próximas semanas para comenzar a preparar el reto de los Juegos Olímpicos de 2016.

Su llegada a Brasil "va a dar un impulso a nuestro grupo, puesto que es un atleta que ya tiene nombre, es muy conocido. Vamos a dar lo mejor en el agua, nos va a ayudar y lo vamos a ayudar a él también", dijo Nivalter Santos de Jesús, de 25 años.

De Jesús se metió en las finales en los últimos cuatro torneos en los que compitió, pero no logró clasificarse para los Juegos Olímpicos de Londres, explicó.

Morlán dijo que aceptó la oferta de Brasil por el honor que supone al ser el organizador de los juegos y por el potencial de los cinco atletas que entrena desde hace unas dos semanas.

"Si no tuvieran posibilidades (de medalla en Rio) no hubiera aceptado la oferta de Brasil, yo sabía a qué país venía a trabajar y sabía qué equipo tenía", aseveró.

Con la presencia de Cal para ellos la referencia "ya no es el cronómetro, la referencia es el mejor canoísta de la historia" de España, dijo el técnico.

Morlán también cree que su mudanza a Brasil va a ayudar a Cal, quien siempre se ha entrenado solo y para quien integrarse de repente en un grupo "va a ser mucho más divertido y va a ser una experiencia mucho más enriquecedora".

Para Cal, este año y el siguiente son un "desierto", pues debe entrenarse pero sin mucho incentivo, dado que lo verdaderamente importante es clasificarse en 2015 para los Juegos.

El español llegará con 33 años a esos Juegos, que serán sus últimos, porque para las de 2020 "está fuera de edad", según el entrenador.

"Los deportistas deben saber retirarse y salir por la puerta grande y no por la puerta de atrás", indicó.

Mientras esperan a Cal, los atletas brasileños se adaptan al nuevo esquema impuesto, en gallego, por Morlán, que se confiesa "muy cuadriculado" en los entrenamientos, en los que sigue un cronograma preciso.