La derrota encajada ante el Rayo Vallecano ha dejado al Celta sin margen de error en una dramática carrera por la salvación de ocho partidos. Y los dos próximos compromisos, contra el Mallorca y el Zaragoza, van a dictar su destino. Si sale airoso del trance, el equipo de Abel Resino podrá recuperar la iniciativa perdida el pasado domingo y volverá a depender de sí mismo en los seis partidos finales. A este difuso asidero, y a que sus dos próximos rivales presentan una deriva similar, se agarra como a clavo ardiendo el plantel celeste para digerir el desastroso encuentro firmado contra el Rayo Vallecano.

"No podemos rendirnos ahora", sentenció tras el partido el técnico, Abel Resino, que ha pedido unidad al celtismo y aboga por mantener la calma para superar la evidente crisis de juego del equipo. "No es momento de ponerse nerviosos ni de despotricar, sino de ir a Mallorca con tranquilidad", añadió.

A la tesis del preparador toledano se sumaron ayer Jonathan Vila, uno de los capitanes, y el defensa compostelano Andrés Túñez. Ambos reconocen que la derrota frente a los madrileños ha hecho daño, pero se niegan a arrojar la toalla. Demasiados puntos en juego como para capitular. "Sabíamos que era un partido muy importante porque de ganar saldríamos del descenso y perder ha sido un palo duro. El vestuario está muy dolido y afectado, ahora tenemos dos días de reflexión para recuperarnos porque el miércoles hay que venir con otra mentalidad. No tenemos derecho a bajar los brazos", afirmó el zaguero porriñés, uno de los pocos que dio la talla en el deslucido duelo frente a los de Paco Jémez.

Vila prefiere ver el vaso medio lleno. Se queda con que la salvación sigue a tiro de un partido y opina que si el equipo supera con éxito el desafío de ganar al Mallorca en Son Moix la situación se verá de muy diferente modo. De antemano, la posibilidad de una derrota no entra en las previsiones del porriñés. "No podemos pensar que si perdemos los dos próximos partidos casi estamos en Segunda División. Tenemos que tener mentalidad ganadora. Hay que pensar que si ganamos en Mallorca el vaso se verá medio lleno porque casi seguro estaremos fuera del descenso", declaró.

"Es momento de apretar los dientes y seguir trabajando. Sabemos que la situación es difícil, pero ni mucho menos imposible", puntualizó Andrés Túñez.

Y el zaguero apunta directamente a Son Moix. "La salvación está todavía a tiro de un partido. Hay que ganar en Mallorca y veremos las cosas de otro modo. No podemos dejar que se nos escapen más opciones".

Pero incluso en el caso de que las cosas no fuesen como se espera el próximo lunes en Son Moix, Túñez afirma que el plantel no va a arrojar la toalla. "Nos jugamos la temporada porque el margen de error cada vez es menor. Pero vamos a luchar hasta el final. Quedan 24 puntos y mientras exista vida habrá esperanza. Yo, por lo menos, tengo la convicción de que vamos a salvarnos", subrayó.