El partido que debían jugar ayer en el Cortizo Club Deportivo Lalín y Mondariz se suspendió por el mal estado que presentaba el terreno de juego del municipal lalinense tras las lluvias caídas últimamente. Tanto el árbitro, Daniel Varela, del colegio de Pontevedra, como los dos equipos optaron por no jugar después de que al Mondariz se le ofreciera la posibilidad de disputar el encuentro en el campo de fútbol anexo de hierba sintética. Los responsables del Mondariz aducieron carecer del calzado necesario para jugar sobre dicha superficie para declinar la oferta de los locales.

A pesar de no haberse jugado el choque, el trío arbitral cobró sus emolumentos estipulados por la federación. La plantilla del Lalín aprovechó la ocasión para realizar un entrenamiento en el campo de hierba artificial a las órdenes de su técnico Román Blanco.