El Dorneda cayó de forma justa, casi estrepitosa, ante el Negreira en el Jesús García Calvo por tres goles a uno, rompiendo así una racha de cuatro partidos consecutivos sumando puntos. No sólo es dura la derrota por la situación en la tabla de ambos conjuntos, ya que ahora empatan a 35 puntos, tres por encima del Villalonga, cuarto por la cola y que marca la línea del descenso, sino también porque el Negreira se apodera del goal average particular. Ni la expulsión de David Louro a falta de 22 minutos para el final, ni la apuesta por un fútbol directo, agresivo pero falto orden, en un terreno de juego que presentó un muy mal estado debido a las lluvias, ayudaron a que los coruñeses pudieran poner en peligro la victoria local.

El partido comenzó con escasa intensidad por parte de ambos conjuntos. El cuadro coruñés exhibía un mayor empuje y se acercaba al área custodiada por Sergio Ríos. Los pupilos de Javier Oreiro se mostraban sólidos y firmes en defensa, pero perdía claridad en el ataque. Eso sí, cuando se aproximó a la meta rival, llevó peligro. Una falta lateral que sacó Roberto Piñeiro y que Munín falló en una buena situación, y un gol anulado a Diego Otero por fuera de juego fueron los argumentos más sólidos que mostró en la primera media hora el equipo local. En ese momento, con la caída de una tromba de agua, el partido perdió luz.

Fue un punto de inflexión. Esta circunstancia la aprovechó a la perfección el equipo local, ya que el colegiado decretó pena máxima por una mano de Dani tras frenar un zurriagazo de Roberto Piñeiro. Manu abrió el camino de la victoria local.