El Celta juvenil se convirtió ayer en el tercer equipo de la categoría, por detrás del Barcelona y Real Madrid, en alcanzar la cifra de los setenta puntos, ampliando su ventaja con el segundo clasificado, ahora el Sporting de Gijón, que queda en dieciohco puntos.

Las celebraciones por el título de liga conseguido por los vigueses hace quince días, no le pasó factura en el encuentro ante el Deportivo. El equipo de David de Dios afrontó el choque con la misma tensión que en el primer partido del campeonato. Esa tensión le permitió dominar el encuentro, sobre todo en los primeros cuarenta y cinco minutos de juego.

El fútbol de presión del Celta no tardó demasiado en dar sus frutos, y así un robo de balón le permitió a Thaylor abrir el marcador a los diez minutos de juego.

Todo parecía que marchaba por el buen camino, pero ocho minutos más tarde el colegiado castigó a los vigueses con un más que riguroso penalti que Juanpa se encargó de transformar. La segunda parte no pudo comenzar de mejor manera para los vigueses, pues a los dos minutos de juego Fernan conseguía el segundo tanto y volvía a poner al Celta por delante en el marcador. Con el marcador a favor, el Celta no arriesgó el balón y dejó que los minutos fueran pasando, aunque el Deportivo insistía en conseguir un nuevo tanto que empatara el partido.

El cuadro vigués se mostró muy serio en defensa, y las acometidas de los deportivas en los minutos finales fueron frenadas a la perfección.

La próxima semana no habrá competición, volviendo el día siete a las instalaciones de A Madroa para recibir a un Pabellón que llega con los deberes hechos.