Cuatro mínimas para el Mundial; dos medallas gallegas; dos récords de España y otros dos autonómicos. Y una decepción, la de Rafa Muñoz, que de momento vuelve a quedarse fuera del equipo español para Barcelona al fallar en el 100 mariposa, aunque hoy tendrá otra oportunidad en el 50. Es el balance de la tercera jornada del Open de Pontevedra, que volvió a encumbrar a Mireia Belmonte, esta vez en 1.500, y dio segundas oportunidades a Erika Villaécija (1.500) y Marina García (50 braza), con la sorpresa positiva de Jessica Vall, con pasaporte para la Ciudad Condal en 50 braza. Entre los gallegos, María Vilas, del CN Riveira, se subió al podio para recoger el bronce de los 1.500, lo mismo que el ferrolano Marcos García en 100 mariposa. No tuvo tanta suerte la coruñesa Aurora Pérez, que igual que en el 100 se quedó a las puertas del podio en 50 braza, aunque con la tercera plaza entre las españolas (el bronce fue para la italiana Juliana Marin).

No fueron las únicas mínimas de la jornada. Mireia Belmonte volvió a dejar su huella. Lleva cuatro de cuatro y hoy tendrá dos oportunidades más en 400 libres y 200 estilos. Y eso a pesar de reconocer que está acumulando mucho cansancio en este campeonato, quizás porque solo lleva dos meses entrenando tras de los problemas con su club después de los Juegos de Londres. Ayer el turno era para el 1.500, la prueba más larga del calendario. Ganó con 16.11.11 por delante de Erika Villaécija, también con mínima para Barcelona (16.21.17). La veterana nadadora está compaginando la piscina con las aguas abiertas y el 800, antes su principal baza, ya se le queda corto. En el 1.500 demostró que todavía sigue dando guerra. Por detrás, en tercera posición, quedó la ribeirense María Vilas. Hizo su mejor marca con 16.34.25, pero estaba un poco decepcionada. "Yo quería hacer la mínima, pero bueno, estaba difícil. Mireia está muy por encima del resto y Erika también se lo merece y me alegro por ella", analizó la joven, de solo 16 años.

Por primera vez en tres días su compañera de entrenamientos Bea Gómez no hizo una mínima para el Mundial. Eso sí, la nadadora del Galaico se clasificó para la final de 100 libres con nuevo récord gallego (56.68) y empieza a presentar su candidatura para también formar parte del relevo si es que finalmente la Federación Española decide formar el 4x100 libres en Barcelona. Puede influir que ayer Melanie Costa demostró estar en un gran momento de forma con el récord de España del hectómetro con un registro de 55.15. Fue la primera en hacer sonar la campana de la piscina Rías do Sur, pero no la última, porque en la final de 100 mariposa Judit Ignacio batió la plusmarca nacional con un tiempo de 59.17, aunque se quedó a escasas dos décimas de la mínima mundialista. Eso sí, la catalana ya había hecho sus deberes en la primera jornada en el 200, por lo que tras participar en los Juegos de Londres, también estará en Barcelona.

No así Rafa Muñoz. Ya se quedó fuera del Mundial de Shanghái de 2011 por escasas centésimas y de los Juegos de Londres por los mismos pelos. Para estar en Barcelona en 100 mariposa, la marca exigida era de 52.57. La rozó. Como en él es habitual, salió lanzado en el primer largo. El cordobés es especialista en 50, prueba de la que todavía es vigente plusmarquista mundial. Pero le costaron los últimos metros. Se vio incluso superado por el polaco Konrad Cerniak, su sombra desde que se trasladó a España. Aunque ninguno de los dos se hizo con un billete para el Mundial: 52.62 y 52.72. Por detrás de estos dos gigantes, un gallego, Marcos García, del CN Ferrol, contento porque con sus 54.16 llegó hasta lo máxima a donde podía. "Con Konrad y Rafa por delante, que son muy superiores, la lucha del resto es por la tercera posición. Y el resto estamos todos muy igualados. Este era el gran campeonato del año así que contento y con ganas y fuerzas para seguir entrenando", declaró. Hoy también estará en el 50. García no estaba solo en la final. El naronés Lorenzo Ortiz fue décimo, pero un ejemplo del futuro.