A pocos meses de cumplir sus primeros cien años de existencia soplan nuevos aires en el Rápido de Bouzas. La situación económica lleva al presidente, Manuel Seoane, y a su junta directiva a estudiar la conversión del club en Sociedad Anónima Deportiva. Para el máximo regidor aurinegro la actual situación se hace insostenible y apunta hacia el profesionalismo, aunque no cierran puertas a fusionarse con algún otro club para asegurar la viabilidad económica. La asamblea de final de temporada decidirá el futuro de uno de los clubes más antiguos del fútbol gallego.

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