El médico Eufemiano Fuentes se ha mostrado dispuesto a colaborar con la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) y con la Agencia Estatal Antidopaje (AEA) española y ha asegurado que, "si dentro de esa colaboración la lista (de clientes) fuera necesaria, la tendrían".

"Si ellos consideran que soy útil y me lo piden, lo consideraría y estaría dispuesto (a colaborar). Lo que no sé es si lo que yo voy a aportar les vale o no les vale", ha señalado Fuentes en declaraciones a los periodistas al término de la sesión de ayer del juicio de la Operación Puerto.

Fuentes ha añadido que no espera beneficios penales a cambio: "A cambio de beneficios penales, no; a cambio de una colaboración mutua, Si dentro de esa colaboración esa lista fuera necesaria, la tendrían".

El médico, que se enfrenta a una petición de pena de dos años y medio de prisión y a la inhabilitación profesional, ha asegurado también que no se arrepiente de sus prácticas. "Todo lo que he hecho lo he hecho ajustándome a los procedimientos y a la legalidad vigente. En 35 años no he producido ningún daño a ningún paciente. Arrepentirme de haber realizado mi labor profesional lo mejor posible no tendría sentido", ha concluido.

El abogado de la Unión Ciclista Internacional (UCI) en el juicio, Pablo Jiménez de Parga, ha señalado por su parte que seis ciclistas españoles que comparecieron como testigos en la vista y que negaron cualquier práctica de dopaje pudieron cometer un delito de falso testimonio. El letrado se ha referido a los testimonios prestados por Marcos Serrano, Ángel Vicioso, Isidro Nozal, Joseba Beloki, Unai Osa y David Etxebarria, que formaron parte de los equipos Kelme y Liberty y a los que ya en la sesión del pasado viernes tanto la Fiscalía como la Abogacía del Estado negaron cualquier credibilidad por "negar la pura evidencia".

En la misma línea, el representante de la UCI ha calificado sus declaraciones de "incoherentes e inverosímiles" y ha subrayado que ninguno de ellos supo explicar por qué en los registros practicados en la consulta del médico Eufemiano Fuentes aparecieron sus programaciones deportivas, en algunas de las cuales figuraban datos personales como los teléfonos de sus domicilios particulares.

"El colmo llegó en la declaración de (Isidro) Nozal, que negó haberse dopado pese a haber dado positivo en un control por EPO, o en la de Marcos Serrano, que dio una versión inverosímil sobre el mensaje de su esposa a Fuentes tras el incidente del Giro de 2006 que le obligó a estar hospitalizado diez días", ha dicho Jiménez de Parga.

El letrado ha solicitado por ello a la magistrada Julia Patricia Santamaría que, a la hora de decidir sobre el destino de las bolsas de sangre y de plasma intervenidas, piense que éstas "son importantes no solo para iniciar en su caso procedimientos disciplinarios, sino también para acreditar la comisión de un delito cometido por algunos de los testigos".

El abogado del Comité Olímpico Italiano (CONI), Ignacio Arroyo, ha pedido la condena de los cinco acusados por un delito contra la salud pública. "Se trata de un juicio importante, histórico, cuyo desenlace debe ser ejemplar. Es el primero en el que la justicia penal juzga actividades que ponen en peligro la salud de los deportistas. Es un juicio mediático y la opinión pública no entendería una sentencia de absolución", ha señalado Arroyo en su informe final.

Arroyo también ha vuelto a pedir a la juez la entrega de las bolsas de sangre y de plasma intervenidas por la Guardia Civil El CONI también quiere acceder a los ordenadores de Fuentes.

El abogado de Jesús Manzano, Carlos Sánchez Peribáñez, ha lamentado en su informe final que la trama de dopaje urdida por los imputados hiciera pasar al exciclista "de una carrera profesional meteórica a jardinero" y ha subrayado que pide una indemnización de 180.000 euros porque es la cantidad que le habría ofrecido un abogado de la defensa por retirarse de la causa.