Mario Bermejo da por zanjado el conflicto que se originó con sus críticas a Iago Aspas y a Hugo Mallo por el comportamiento que los canteranos tuvieron en el derbi de Riazor. Es más, el cántabro considera "un mal necesario" su reprimenda pública a ambos y no se arrepiente de lo dicho tras el partido, cuando utilizó frases como "el que se acuesta con niños se despierta meado".

"No me arrepiento porque creo que lo que expresé es lo que había en ese momento. Ellos lo han asumido con la certeza de que se habían equivocado", apunta Bermejo, para añadir: "Lo han asimilado con naturalidad y humildad. Tanto Iago como Hugo son muy buenos chavales y les tengo mucho aprecio, saben que me tienen para lo que necesiten y yo sé que a ellos también. Hay que pasar página y seguro que esta experiencia la van a tener muy presente en el futuro y no va a volver a pasar".

Los tres han limado diferencias estos días, según reconoce Bermejo, quien desvela que el sábado le envió un mensaje a Mallo al enterarse de que había pedido perdón públicamente por su comportamiento incívico en A Coruña. "Hemos hablado porque cuando existe una diferencia de criterios lo que hay que hacer es aclarar las cosas para que todo quede en algo puntual. Desde el primer momento yo sabía que no iba a tener ningún problema con Iago y Hugo porque son buenos chicos y les tengo mucho aprecio", insiste el atacante del Celta, quien también le resta importancia a las críticas que lanzó un tío de Aspas cuando a través de las redes sociales replicó: "A ver si metes una". "No le doy importancia porque es normal que él esté enfadado porque es su tío y no dejan de ser declaraciones duras contra alguien al que quieres".

Tras aclarar los posibles entuertos, Bermejo asegura que la buena relación en el vestuario continúa intacta: "Cuando el mensaje es por el bien común no hay ningún problema. En ningún momento hubo mal ambiente en el equipo ni lo va a haber ahora por esto".

Y puso un ejemplo para ilustrar su reacción tras el partido contra el Deportivo: "A veces hay que darle un azote al niño y eso lo hace el padre porque la experiencia es importante. Algunas veces esto es necesario, no se puede evitar, e incluso puede ayudar a que los lazos sean todavía más fuertes que antes para afrontar los últimos partidos que nos tienen que dar la salvación". "A veces te dicen las cosas de una manera y no las captas. Y otras te lo dicen de otra manera quizás, más brusca y te hacen reaccionar mejor".

Bermejo, por último, lamenta la expulsión de Aspas en Riazor y la consiguiente sanción: "Iago es un jugador muy importante para nosotros pero cuando piensa con la cabeza y está centrado en lo que tiene que estar. Estoy convencido de que el error que ha cometido le va a servir para el futuro y le ayudará a crecer como persona".