Nada bueno puede decirse de un equipo que recibe tres goles en un partido en el que se juega media Liga y su portero es con diferencia el mejor jugador sobre el campo. Nada puede reprocharse a Javi Varas en la derrota. Al contrario, el sevillano, que está de prestado en Vigo por el Sevilla hasta junio, dio otra muestra de dignidad y profesionalidad. Un tipo que siempre está a la altura, en la calidad pero sobre todo en el compromiso y en el esfuerzo. Este portero que volverá a jugar el próximo año con el Sevilla en Primera División, si es uno de los pocos asideros que le quedan al Celta en una tramo final de temporada que se antoja verdaderamente terrorífico.