Las aficiones de Celta y Deportivo calientan motores para una nueva edición del derbi. Riazor volverá a albergar un clásico del fútbol gallego en Primera División. El feudo herculino acogerá un duelo vital en el futuro inmediato de ambos conjuntos. Ambas hinchadas no quieren faltar a la cita. No quieren dejar escapar la oportunidad de empujar a sus equipos hacia la permanencia.

Sin embargo, el celtismo y el deportivismo no sólo añoran los tiempos de antaño. El Celta llega a la cita con las bajas de Álex López y Natxo Insa, que se unen a las de larga duración de Hugo Mallo y Samuel Llorca. Las ausencias del ferrolano y el marinense dejan al equipo vigués sin dos de sus piezas indiscutibles. Jonny se ha asentado como titular mientras que la gran duda del once de Abel Resino reside en conocer quién será el sustituto del "8" celeste.

El Dépor llega al clásico del fútbol gallego con serios problemas en su línea defensiva. Todas las bajas se encuentran en su retaguardia. Kaká, Zé Castro y Laure son bajas mientras que la presencia de Carlos Marchena, ausente la pasada jornada ante el FC Barcelona, es dudosa por culpa de unas molestias en su espalda.

Estas bajas se suman a hombres como los de Lassad o Borja Fernández. El tunecino y el gallego fueron determinantes en los dos derbis de la campaña pasada. En este Deportivo tampoco estará Guardado, en las filas del Valencia. Otros indiscutible en los dos clásicos del fútbol gallego más recientes son David Catalá y Oier Sanjurjo. El catalán marcó en el duelo disputado en Balaídos mientras que el navarro sufrió en Riazor en el uno contra uno con Salomao.