Jonny será mañana el futbolista del Celta más joven en debutar en un clásico gallego, una circunstancia que asume con orgullo y cierta desazón al llegarle la oportunidad en el primer equipo por la grave lesión sufrida por Hugo Mallo. "Es un orgullo saber esto. El trabajo durante estos años ha sido duro pero estoy viviendo un sueño. Lamentablemente ha sido por una desgracia que le ha pasado a Hugo", comenta el lateral vigués, que espera que el Celta salga muy reforzado de Riazor. "Es un rival directo. Todavía quedan partidos pero ganar significaría que los dejaríamos muy tocados y nosotros nos meteríamos de lleno en la pelea", apunta. Y agrega: "Los dos nos jugamos la vida. Es un partido en el que hay que darlo todo pensando en nosotros y no en el rival".