Carmén se ha asociado hace poco tiempo a la Peña Irmandiños. Le han contado que muchos autobuses de aficionados fueron apedreados el año pasado en las calles de A Coruña. Filipe, de Centolos, lo vivió en directo. Dos chicas con las que compartía autocar resultaron heridas. El desplazamiento a la ciudad herculina ha resultado además de intendencia compleja. Estorban el día y la hora. Pocas empresas de transporte han aceptado alquilar sus vehículos ante el riesgo de desperfectos. Y el Celta igual puede salir relanzado en la batalla por la permanencia que encajar un duro golpe. La apuesta se entiende a todo o nada. Sin embargo, Carmen y Filipe estarán mañana en Riazor. "Porque el sentimiento celeste es lo que te puede", explica Carmen.

Hay más de 800 personas que piensan como ellos. Vodafone, el patrocinador a través del cual el Celta había vinculado la venta de las entradas, solo devuelve una treintena de los 860 tickets que estaban a disposición del celtismo. Y eso pese al elevado precio, igual que ya sucediese en el encuentro de la primera vuelta para los deportivistas que querían desplazarse a Balaídos.

Filipe resume todos los obstáculos que se ha encontrado alguien que haya querido acudir al encuentro. "Es día laborable. Y es mal horario, no tanto por la ida como por la vuelta. No hay tren para regresar, ni transporte público. La gente no quiere llevar coches por los precedentes. Pero a quien le interesa y está motivado para ir se busca las habas, ya sea con compañeros o se queda a dormir con gente en A Coruña".

Varias peñas se han mostrado especialmente activas a la hora de buscar la fórmula más adecuada de desplazarse, siempre de forma discreta respecto a los detalles. La Peña Baixo Miño y la Iago Aspas de Moaña estarán en el estadio herculino. También miembros de Preferencia Celestes o Comando Celta. En general, más a título particular que de forma organizada.

Filipe tiene fresco el recuerdo de los incidentes del último clásico gallego en A Coruña. Explica, de hecho: "Llevo 20 años yendo a los derbis y lo del año pasado fue de más. Dije que este año no iba a A Coruña". No cumplirá lo que se decía a sí mismo. "Llega la semana y te calientan. Lo que me motivó es que puede ser el último derbi de la historia. A lo mejor no este año, pero en dos o tres años? El Deportivo está fastidiado de verdad", analiza, en referencia a las dificultades económicas que han conducido al club herculino a someterse a un proceso concursal cuya resolución está aún en el aire (hoy sale precisamente el informe de los administradores).

El miembro de Centolos confía en que no vuelvan a repetirse escenas de violencia. "Sabemos que hay ese componente de adrenalina que no debería haber fuera de la cuestión deportiva".

Ya que experimentado en viajes a Riazor, Filipe ha vivido todo tipo de experiencias. "Vi derbis con los dos equipos punteros y ahora toca pelear por no descender", acepta. "Igual que allí descendimos perdiendo 3-0 (aunque se confirmase después, en la última jornada de la Liga 2003-2004, ante el Mallorca), si ganamos esta vez podemos dejarlos en Segunda División". El peñista se declara "ilusionado, solo nos vale la victoria. Ellos están fundidos. Tenemos que ir a ganar. En casa vienen Barcelona, Atletico. Si fuera no puntúas...".