Bastaron cinco minutos de dudas y de una lamentable actuación arbitral para que se disipase el sueño del Frigoríficos del Morrazo. El conjunto cangués plantó cara en un excelente encuentro a un Atlético a medio gas y solamente cayó bajo el peso de la lógica en el arranque de la segunda mitad. Fue entonces cuando los colegiados aplicaron diferente rasero en las áreas y obviaron flagrantes faltas a David García y Amarelle (acciones de penalti y exclusión). Los de Dushebaiev sentenciaron al contragolpe (del 17-18 al 17-22) y luego administraron su renta.

El partido hasta entonces había mostrado a un Cangas batallador, que dificultó las acciones visitantes con una inédita defensa 3.3 con Levente en punta con Serafín y Cerqueira a sus lados. Bajo palos, Kevin respondía a la confianza de Pillo otorgándole la titularidad.

Pero fue en ataque donde la escuadra de O Morrazo se encontró más cómoda, con David García comandando las acciones y encontrando los espacios en el centro de la defensa atlética. Soliño resolvía desde el extremo y Cerqueira también se mostraba solvente desde el pivote. El técnico de los de O Morrazo rotaba a todos sus hombres con independencia del marcador y el rendimiento no se resentía.

El milagro estaba sucediendo, con mínimas rentas de los locales (10-9, 11-10, 12-11, 13-12). Fue tras una exclusión de Cerqueira cuando los visitantes aprovecharon para voltear el marcador (14-15) antes de que Eijo empatase. Cañellas, desde los siete metros y con el reloj a cero daba ventaja a los suyos al descanso (15-16).

En la reanudación los cangueses aguantaron hasta el 17-18 pero comenzaron a tener problemas ante el cambio defensivo de Dushebaiev (pasó a un sistema 6.0). Pillo trató de reorganizar ideas y de frenar la sangría pero sin resultado (17-22). En medio, varias acciones polémicas obviadas por los colegiados, que se inhibieron en el que fue el momento clave del partido.

El choque parecía abierto para que el Atlético de Madrid aplicase el rodillo con Aguinagalde sembrando estragos en el pivote (20-26), pero el Cangas se decidió a hacer un último esfuerzo. Luchó cada balón para intentar recortar (24-28, minuto 47) y consiguió alimentar sus esperanzas (27-29, minuto 52, 28-30, minuto 53) pero ahí se notó la diferencia de calidad. Con Cañellas al mando de las operaciones los visitantes no fallaron y estiraron la goma.