"La organización ha sido un poco complicada", sostiene Iván, de Preferencia Celeste. "El club al principio tuvo el fallo de poner las entradas para todo el mundo. Después rectificó. La gente animará, nos jugamos un partido importante", promete sobre la actitud de los que finalmente estarán en Riazor. Los que se desplazan pertenecen, por definición, al sector más optimista del celtismo. "Esperemos que gane el Celta. En los últimos derbis empatamos o perdimos. Ahora estamos un poco por delante en la clasificación y en el juego", aventura Iván, aunque el horizonte de mínimos no se establece solo en el marcador, sino en lo que sucede fuera de la cancha: "Por supuesto que no pase nada, que no haya violencia. Cada uno querrá que ganen los suyos pero sin violencia, disfrutando de la fiesta del fútbol, aunque en este caso sea más bien un drama".

El derbi entre Dépor y Celta está cargado de pasión, sentimiento y rivalidad. Una mezcla perfecta para disfrutar del fútbol gallego que mañana será el gran protagonista en Riazor. El presidente de la Federación de Peñas del Deportivo, Miguel Otero, recuerda las palabras de Manuel Pablo para referirse al clásico: "Es el más importante". Otero asegura que mañana será el día de "la fiesta del fútbol gallego". Oportunidad única para recortar distancias con el eterno rival. En la peña La Estrella, la euforia choca con la tristeza de la situación del Dépor, colista con 17 puntos. "Es un derbi por todo lo bajo, a vida o muerte", explica su presidente David García. En el bar Chaflán opinan lo mismo ya que "el vencedor del duelo saldrá fortalecido y el que pierda se hundirá en el pozo". Uno de sus miembros, Alberto Rodríguez, confirma que Riazor sentirá la "tensión" y la "rivalidad" propia de este tipo de encuentros.

"Si hay algún partido que podemos ganar, ese es contra el Celta", explica Noelia Díaz, presidenta de la peña Rebumbio. "Hay que ganar sí o sí. Aunque sea lo único que hagamos esta temporada. Además, eso le daría mas confianza al equipo para la recta final", declara. Francisco Roca, de la Vilalba, también se muestra optimista, sobre todo tras el cambio de entrenador. "El equipo reaccionó y el juego es más decente. Temos que ser optimistas", dice Roca.

Tanto los aficionados como el propio equipo ven en este derbi la última oportunidad para intentar salir a flote. Todos coinciden en que es "el partido del año". Una fecha marcada en el calendario de cualquier deportivista o celtista. Un duelo con historia que, en esta ocasión, se vive con cierto dramatismo. De todos modos, la rivalidad sigue ahí, siendo el protagonista indiscutible. "La rivalidad nunca se va a perder, igual que la ilusión", opina Jacobo Rama, responsable de la peña Recuncho. "Riki, Valerón, Juan Domínguez o Álex Bergantiños son los encargados de transmitir el sentimiento al resto del vestuario. Los jugadores nuevos tienen que ser conscientes de la realidad que vivimos", argumenta David García.

Además de "alegría y confianza" por el equipo de sus amores, el Deportivo, los aficionados tienen fe en "engancharse" al último tren que está a punto de pasar por Riazor. Tras el encuentro con el Celta, los de Fernando Vázquez buscarán una salida ante sus próximo rivales, Zaragoza y Mallorca (también en la zona baja de la tabla). "Vamos a pelear hasta el final", afirman en La Estrella. Miguel Otero, defensor de "dejar a un lado los problemas institucionales", está más que seguro de que el equipo "va a mostrar que todavía tiene vida".