El Zaragoza y el Granada firmaron un empate sin goles en el duelo de equipos necesitados de puntos que no ayuda en exceso a ninguno y les mantiene al borde del abismo, cerca de un Celta que sale beneficiado de este resultado. El conjunto local continúa inmerso en un oscuro túnel del que no sabe cómo salir, mientras que los andaluces suman un punto pero llevan cuatro partidos sin ganar.

Sin entrar en zona de descenso, las sensaciones que transmiten los maños son poco positivas porque son incapaces de revertir la situación que viven en una cuesta abajo permanente.

El Granada, que había remontado con la llegada de los nuevos fichajes, tampoco parece vivir su mejor momento aunque al menos puntuó en campo ajeno y evitó que un directo rival en la lucha por evitar el descenso sumara los tres puntos.

Al equipo aragonés pareció pesarle más la presión de la importancia de lo que había en juego, lo que se tradujo en muchos problemas para realizar jugadas enlazadas, ante un Granada más suelto y que aprovechaba las pérdidas de balón locales para crear bastante peligro.

El conjunto andaluz tuvo las mejores ocasiones de la primera mitad ante un Zaragoza atropellado y una evidente falta de ideas en la combinación. Tras el descanso, las oportunidades brillaron por su ausencia, contrariamente a lo que hubiera parecido porque el cansancio podía propiciar más espacios.